TARDE O TEMPRANO, SUCEDERÁ

 Interesante el tema que hoy nos trae Cruz Varela: la negociación de salarios de los empleados públicos y la campaña emprendida por CSIF (Confederación Sindical Independiente de Funcionarios) mediante movilizaciones en todas las CCAA y concentraciones en Madrid.

Llama la atención que otras centrales sindicales llamadas “de clase” (CCOO y UGT) permanezcan en silencio en el asunto de los empleados públicos y pongan el grito en el cielo anunciando masivas protestas contra la CEOE y patronales si no suben los salarios de sus empleados un porcentaje equivalente al de la inflación.

Parece que el Gobierno ofrecerá a los funcionarios una subida salarial de un 3,5% aproximadamente, porcentaje muy alejado del incremento del IPC. Muy pronto veremos la respuesta ante esa oferta. De los dineros públicos dependen también las pensiones,  y comprobaremos si el Gobierno cumple su promesa de subirlas de forma que no pierdan poder adquisitivo sus receptores.

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TARDE O TEMPRANO, SUCEDERÁ

(De mi puño y tekla)

Recientemente, el multitudinario apoyo a la manifestación convocada por el CSIF y celebrada el pasado día 24 de septiembre en la capital de España, obedece, en definitiva, a una negociación en toda regla con el Ministerio de Hacienda. Citar la estúpida cifra de 17.000 personas, asegurada por la Delegación del Gobierno cuando los asistentes superaron con largueza los 70.000, obedeció a una segunda e inoportuna imbecilidad.

Quede claro que los que voluntariamente salieron a la calle fue para protestar dignamente, cargados de razón, por una subida salarial justa y una jubilación digna y por la calidad de los servicios públicos. Quede igualmente claro que en esta ocasión, la citada y justificada manifestación, no solo ha sido secundada por los funcionarios, sino también por trabajadores del ámbito privado.

Al margen de los salarios, la presente manifestación se ha convertido en un auténtico grito social para demandar medidas económicas eficaces que ayuden a los ciudadanos a combatir la subida descarada de los precios, sin olvidar obviamente el futuro de las pensiones, de vital importancia para una gran masa social. Parece ser que Feijoó defiende una subida de los salarios, mermados por el incremento de la inflación.

El presidente del CSIF, Miguel Borra, señala que nos encontramos ante una manifestación contra los políticos de este Gobierno por el empobrecimiento de todos los trabajadores públicos, privados y de toda la sociedad en su conjunto. Nadie duda de que la necesidad de proteger a la ciudadanía más vulnerable de la pérdida de poder adquisitivo es urgente y real.

Pese a que la pasada semana Hacienda convocó a los sindicatos para iniciar la negociación de los sueldos en las administraciones públicas en el marco de los próximos, Presupuestos Generales del Estado, CSIF ha decidido continuar con la movilización ante la situación económica actual…

Por parte del presidente del Sindicato se recordó el sacrificio de los trabajadores públicos durante la Pandemia y señaló que el PSOE ha votado en contra de subir los salarios. Borra aprovechó el momento para recordar que la pasada manifestación no será a última.

Recordemos que los manifestantes portaron banderas de Galicia, Asturias, Andalucía, España y demás...quedando demostrada la representación de todas las zonas del país con la asistencia de los miles de trabajadores que se dieron cita en Madrid. Los manifestantes abarrotaron la Plaza de las Cortes portando pancartas de protesta contra Pedro Sánchez, tal como se merece para exigir la subida salarial que legalmente les corresponde, acorde con la inflación galopante que España mantiene y sufre desde finales de 2021.

Atentamente.

José Tomás Cruz Varela

Ex Director de RR.HH. Málaga.

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VLADIMIR PUTIN Y SU REPROBABLE DICTADURA PERSONAL

(De mi puño y tekla)

A tenor de los cálculos de la OTAN, unos 45.000 soldados rusos han muerto en Ucrania según fuentes conocedoras de las estimaciones de la Alianza Atlántica. Un número similar de víctimas aunque en su caso, las cifras de la OTAN incluyen muertos civiles.

Los aliados de Ucrania, para mayor inri, estiman que la guerra va a recrudecerse con el paso de unos meses, ya que Putin parece estar preparando una gran ofensiva de cara al invierno, cuando el suelo de Ucrania se hiele y facilite el uso de medios acorazados. Es una estrategia que ni parece contar con el apoyo de los militares, si bien ellos tienen poco que aportar.

No olvidemos que Rusia es una dictadura unipersonal que hace lo que decide Putin dirigiendo las operaciones Militares sobre el terreno. La desconfianza de Putin hacia sus propios generales es en parte un reflejo de la patética personalidad del dictador ruso, pero también del desastre de la guerra. Las cifras de la OTAN implican que solo en siete meses de enfrentamiento, Moscú lleva el triple de muertos que los que tuvo la Unión Soviética en sus nueve años de ocupación.

Las enormes pérdidas rusas parecen explicar que la decisión de Putin de llamar a filas a 300.000 reservistas, aunque la cifra real podría ser de 1,2 millones con la intención de tenerlos en el presente (posiblemente en tareas de apoyo más que de primera línea entre tres o cuatro meses... Existe una posibilidad de que Rusia lance una gran ofensiva de invierno por entender que eso le favorece.

Los analistas de la OTAN creen que si Rusia no logra imponerse a Ucrania en el invierno, corren el riesgo de llegar a la primavera del 2023 exhausto y con pocas opciones, incluyendo la movilización general, cuya utilidad sería más que dudosa si el país se queda sin oytas que las atómicas, heredadas de la Unión Soviética y eso sería más grave.

Atentamente.

José Tomás Cruz Varela

Ex Director de RR.HH Málaga.