24 de abril de 2024

Historias de bulos con Historia. LOS SUICIDAS DE LOS TRENES DEL 11-M (I de IX)

 

Uno de los bulos más sonoros y con efectos más nefastos de la Historia de España tuvo lugar durante la noche del 11 de marzo de 2004 y la mañana del siguiente día aprovechándose de los terroríficos atentados en los trenes de la muerte de Atocha. Sorprendentemente, muchos de los que aquellos días querían saber, hoy guardan silencio y prefieren olvidar y que se olvide.

Siete años después de aquellos atentados, el periodista Iñaki Gabilondo declaró que “la noticia de los terroristas suicidas del 11-M fue un error”. Admitió, además, que “esa noticia fue dada en el programa que yo dirigía, y por tanto, asumí y asumo toda la responsabilidad. La noticia fue un error. Nuestro redactor dio fiabilidad a una fuente que consideraba solvente. Repito que he rectificado en múltiples ocasiones y repito que volveré a hacerlo cuando se me vuelva a pedir”. (1*)

En El Mundo llegó a decir que “Me arrepiento de algunos errores cometidos en directo. El más famoso es el de los suicidas del 11-M. No hay semana que en la calle alguien no se cague en mi padre por eso. No escurro el bulto, pero yo era el responsable del programa, no de la noticia” (2*)

En Elplural.com (3*) afirmó: "todavía hoy es raro el mes en el que no hay una persona que me insulte a mí por la calle por eso" y  en periodistadigital (4*): “Me he pasado la vida rectificando lo de los terroristas suicidas y ellos no se han disculpado por acusar al gobierno de estar detrás del 11-M”.

La propagación de la falsa noticia de los suicidas por parte de la Cadena SER no parece que fuera una casualidad aquella noche del 11-M, ya que, a la misma hora, el candidato socialista José Rodríguez Zapatero estaba llamando a directores de medios de comunicación hablándoles de la existencia de un suicida islamista en un tren de cercanías. Zapatero también tuvo su responsabilidad en la propagación del bulo de los suicidas, aunque haya pretendido taparlo posteriormente.

 La importancia de suicidas islamistas era la prueba del nueve que cerraba la incógnita de la autoría de los atentados. Si hasta entonces se había dicho por activa y por pasiva que los radicales islamistas se suicidaban en sus atentados, ¿Cómo iba a ser posible que no apareciera ni un solo suicida en ninguno de los diez vagones explosionados del atentado?  Y esa duda no debía prolongarse en el tiempo dada la proximidad de las elecciones. La existencia de un suicida en esas horas clave inclinaría la balanza hacia el terrorismo islamista desplazando al de ETA, a la vez que podría acusarse al PP de mentir y engañar a la nación española y al mundo entero por endosar el atentado a quien no lo había cometido.

Basándose en “tres fuentes bien informadas”, pero no confirmadas por el gobierno del PP, comenzó la propaganda de la noticia. Posiblemente no se imaginaban los inventores del bulo que las autopsias de las 192 víctimas se acabarían mucho antes de lo que ellos esperaban. Si el proceso se alargaba durante el viernes y el sábado, ya no quedaría tiempo para contrarrestarlo antes de las elecciones y el bulo de los suicidas calaría en la opinión pública como la gran prueba de peso de la autoría, porque explicaciones de los explosivos utilizados, del desguace urgente de los trenes y de otras indagaciones, mejor no hablar… Era preferible un bulo fácilmente asimilable por el pueblo llano y desinformado que averiguaciones complicadas que estaban por llegar.

No bastó con que el portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, anunciara hacia las 1,30 horas del día 12 que no había suicidas, tras haber sido practicadas todas las autopsias, para que el bulo se expandiera y arraigara en un pueblo conmocionado. Durante la mañana del día 12, el bulo se adornó con las tres capas blancas de ropa interior y el afeitado en el cuerpo   del suicida islamista para hacerlo aún más creíble, y eso confirmaría el tipo de atentado terrorista.

Lo importante era llegar a la manifestación de la tarde del día 12 y transmitir un triple el mensaje con el contenido PAZPAZPAZPAZPAZ de las pancartas: los atentados como consecuencia de “la guerra de Iraq” (“tus guerras, nuestros muertos”) y la petición de PAZ que ZP nos traería. Con esa jugada bien estudiada podría lograse la estigmatización del PP durante varias generaciones, y a ello contribuiría la candidez, la pasividad y los complejos de culpabilidad y desafortunada gestión de los atentados por parte del Partido Popular.

El PSOE ganó las elecciones del día 14 de marzo de 2004 y se constituyó una Comisión de Investigación en el Congreso de los Diputados para esclarecer los hechos y comportamientos de cada cual en aquellas fechas. Declaró la directora del I.A.F (Instituto Anatómico Forense), asegurando que no se había encontrado ningún suicida. A pesar de ello, algunos diputados insistieron en su posibilidad. Declaró José María Aznar, negando la existencia de suicidas en los trenes y acusando a Rodríguez Zapatero y a ciertos medios de comunicación de crear y propagar el bulo.

La Cadena SER trató de refutar las afirmaciones de Aznar, pero el bulo se complicó aún más y el enredo se vio más claro. Rodríguez Zapatero declaró y fue incapaz de negar que no hubiera llamado a directores de medios hablando de suicidas en los trenes. Ni siquiera se atrevió a citar la palabra.

Durante el Juicio sobre el 11-M, algún mando policial declaró, pero no llamaron a Carmen Baladía, directora del I.A.F, para que hablara de los suicidas ficticios…

En los siguientes capítulos se analizará cada uno de los aspectos tratados en esta entrada sobre el bulo de los suicidas de los trenes de la muerte de Atocha.

(1*) Iñaki Gabilondo: "La noticia de los terroristas suicidas del 11-M fue un error". Iñaki Gabilondo confiesa en un chat en ABC que Aznar "sacó lo peor de mí" y admite que la noticia de los suicidas del 11-M "fue un error". Además, dice que está "decepcionado" con Zapatero. https://www.libertaddigital.com/sociedad/inaki-gabilondo-la-noticia-de-los-terroristas-suicidas-fue-un-error-1276404303/

(2*) Iñaki Gabilondo: "Conozco secretillos que harían temblar a alguien". https://www.eleconomista.es/evasion/gente-estilo/noticias/2726975/01/11/3/Inaki-Gabilondo-Conozco-secretillos-que-harian-temblar-a-alguien.html

 (3*)Iñaki Gabilondo: "El "error" que persigue a Iñaki Gabilondo desde el 11M: "Me insultan por la calle..." https://www.elplural.com/todo-tv/error-persigue-inaki-gabilondo-11m-me-siguen-insultando_325758102

  (4*) Presenta 'Los cornetas del apocalipsis' de José M. Izquierdo. Gabilondo: «El problema con esta derecha mediática está precisamente en la normalidad y la impunidad con que dicen cuanto se les antoja» https://www.periodistadigital.com/politica/opinion/politica-opinion-2/20110111/gabilondo-problema-derecha-mediatica-precisamente-normalidad-impunidad-dicen-les-antoja-noticia-689401032300/

 

 

11 de abril de 2024

Historias de bulos con Historia. Berlín 1933: El incendio del Reichstag

La variante del “bulo” conocida como “operación de bandera falsa” consiste en la realización de una actividad, preparada para hacer creer que es obra de otros autores y, culpabilizando a los ajenos,  obtener los mismos beneficios sin asumir responsabilidades. Puede valer, entre otros muchos ejemplos, la explosión y hundimiento del USS Maine el 15 de febrero de 1898 en la Habana, con el fin de provocar la guerra contra España y Estados Unidos, y justificar la invasión de cuba. Y aunque aún no ha sido lo suficientemente aclarado, también se considera una “operación de bandera falsa” el incendio del Reichstag en Berlín.

La noche del 27 de febrero de 1933 comenzó a arder la sede del parlamento alemán, el Reichstag, por varios sitios a la vez. La policía vio a un hombre medio desnudo junto al edificio y lo apresó. Se llamaba Marinus Van del Lubbe. Se trataba de un holandés de difícil infancia y juventud, y albañil de profesión. Lector de Marx, se afilió al P.C. de los Países Bajos en 1925, y de él se desvinculó cuatro años después por conflictos con la dirección del partido. Sufrió varios accidentes que le dejaron casi ciego.

Cuando Hitler llegó al poder en enero de 1933, Marinus se trasladó a Berlín pensando que el proletariado reaccionaría desatándose una revolución en Europa. Pero se encontró con el conformismo y la resignación. Intentó por su cuenta alguna protesta vistosa y llamativa contra el gobierno nacionalsocialista.

Marinus confesó a la policía que el incendio lo había provocado él solo, sin cómplices. La policía lo achacó a un complot comunista. El holandés fue juzgado en Leipzig y condenado a muerte. Los nazis lo consideraron un elemento activo del comunismo y el P.C. de Alemania (KPD) le acusó de ser un miembro de las S.S., y no un comunista. En el Reino Unido se aceptó esta versión de ser un agente encubierto contra el proletariado, pero en Holanda y en Francia se le consideró un hombre íntegro, debido a testimonios de quienes le habían conocido, y recogidos en el “Libro Rojo”.

Marinus Van del Lubbe murió ahorcado el 10 de enero de 1934, poco antes de cumplir los veinticinco años. En 1984, un tribunal de Berlín Occidental revocó el veredicto de 1933, y le declaró no culpable, alegando que se había tratado de una “operación de bandera falsa” del gobierno nazi. En 2008, se anuló legalmente la condena, de acuerdo con una ley de 1998 que rehabilitaba a ciertos condenados por el gobierno nacionalsocialista de aquella época.

El Reichstag se quemó y Marinus murió, pero los nazis salieron políticamente beneficiados del suceso. Hitler y Göring se acercaron al Parlamento en llamas y cuando vieron al apresado Marinus, le culpabilizaron a él y a los comunistas alemanes, por lo que se arrestó a sus dirigentes en Berlín.

Hitler vio la ocasión idónea para poner en marcha sus ambiciones declarando el Estado de Emergencia y presionando al Presidente Hindemburg firmar el Decreto del Incendio del Reichstag que suspendía muchos derechos fundamentales de la Constitución de la República de Weimar de 1919.

Los nacionalsocialistas alemanes tenían preparada la coartada para convencer a la población de que el incendio fue provocado por los comunistas. Junto a Marinus apresaron a tres búlgaros que fueron posteriormente absueltos en el juicio de Leipzig. Uno de los búlgaros, Dimitrov, presidente de la Internacional comunista, demostró su inocencia y el carácter político del incendio para desprestigiar al comunismo.

Hitler llegó al poder el 30 de enero de 1933; el 27 de febrero siguiente se quemó el Reichstag; Hitler pidió la disolución del Parlamento y el 5 de marzo se celebraron nuevas elecciones. Hitler abolió en cierto sentido la democracia al poner en funcionamiento activo la “Ley Habilitante” (poder especial de pasar leyes a decretos sin intervención del Parlamento), y lo que pudiera ser una buena medida para una emergencia se usó como norma.

Cuando Hitler llegó al poder tenía un 33% del Reichtstag, 230 escaños, y para activar la “Ley Habilitante” se requerían 2/3 de la Cámara. Tras el incendio, nuevas elecciones, y con ellas, nuevos resultados.

En las elecciones de julio de 1932, Hitler sacó 230 escaños (el 37,4%); en noviembre siguiente, 196 escaños (33,1%) y en marzo de 1933, 288 (el 43,9%) a los que se sumaron 50 escaños más de Von Papper.

Hitler logró el 23 de marzo la aprobación de la “Ley Habilitante”, que acabó con la democracia parlamentaria, instaurando un régimen totalitario. ¿A quién benefició el incendio del Reichstag? Posiblemente a quienes lo planificaron.