28 de diciembre de 2018

Julio Llamazares y el voto de la incultura

Pocos días después de las elecciones andaluzas,  el novelista  Julio Llamazares publicó en El País  “El peor de los tiempos”,  extraño artículo  en el que presenta un contenido  con manifiestas  falsedades en un formato sugerente para decir lo que textualmente no dice porque no lo puede decir. Pero ahí queda, “et intelligenti,  pauca”…

De su lectura se  desprende que la emoción postelectoral ha vencido a la razón y que el prestigioso escritor  ha compuesto un relato extemporáneo sobre un tema que levanta pasiones y contrapone intereses. Y es que un mal día lo tiene cualquiera cuando los prejuicios desfiguran la realidad y los calificativos afloran con alegría. 

Desde el inicio del texto, el novelista pretende explicar lo sucedido en un distrito de la provincia de Almería con muestras de su desencanto: 

 “Quizá no tenga que ver, pero es un dato: El Ejido, el municipio almeriense en el que el partido ultraderechista Vox ha obtenido el mayor porcentaje de votos en las últimas elecciones andaluzas, es la mayor población española sin librerías. La última que quedaba cerró en 2015 por falta de rentabilidad, así que los 89.000 ejidenses censados, si quieren leer, tienen que comprar los libros en Amazon o desplazarse a Almería a buscarlos. Que tampoco es ciudad que nade en la abundancia de librerías precisamente.” 

Es posible que el cierre de la librería Sintagma allá por 2015 le haya inducido a semejante disparate. No resulta difícil comprobar que aún  quedan otras librerías en esa ciudad, y que existen bibliotecas públicas para aquellos interesados en leer…libros sin necesidad de comprarlos. Cualquier ejidense dispone de medios abundantes para la lectura. 

Pero lo verdaderamente  turbador es la relación  de una “ciudad sin librerías” (El Ejido, según él) con el “municipio almeriense en el que el partido ultraderechista Vox ha obtenido el mayor porcentaje de votos”. Si no hubiera esa conexión,  ¿por qué comenzar  con la salvedad  de que “Quizá no tenga que ver, pero es un dato”,  y falso para más inri? ¿Por qué ofrecer ese “dato” que da como cierto,  si no es para establecer el hilo conductor de que las librerías son fuente de cultura y su escasez o inexistencia lo son de lo contrario, e insinuar deducciones no explícitas? 

El farragoso párrafo segundo es un contraejemplo del estilo “azoriniano”. El articulista se sirve de una larguísima oración gramatical para zaherir a los votantes de cierta candidatura y mediante una metáfora inapropiada cosificar a las personas: “Que el mar de plástico que se extiende por el poniente almeriense sea el principal granero de votos de la ultraderecha española…” Y, de paso,  aprovecha la ocasión para reprender a los habitantes de esa población de  no haber elevado su  bajo nivel cultural en la misma proporción en la que lo ha hecho su economía.

Lo sorprendente del caso es que Llamazares habla de otros temas ajenos y no se molesta en analizar  el porqué  de ese supuesto analfabetismo que él asume como cierto sin preguntarse si guarda alguna relación con el fracasado modelo educativo andaluz, detectado por los sucesivos Informes PISA. ¿Tendrá  en ello  alguna responsabilidad  el partido socialista, gobernante único en esa comunidad durante décadas?

El tercer apartado sólo destaca por la interminable segunda oración compuesta de  digresiones  varias y la vaga comparación que hace  con “La repentina riqueza de los pobres de Kombach” de  Volker Schlöndorff. 

En la última parte del artículo  insiste otra vez más  en la “incultura ancestral” que la nueva riqueza  agrícola no ha logrado eliminar y  en la carencia total de librerías en El Ejido. Eso le confirma que “lo que está sucediendo en Europa desde hace tiempo tiene raíces culturales más que políticas o económicas.” Es una pena  que el escritor sepa lo que está ocurriendo en Europa y no lo cuente ni aporte pistas para averiguarlo. 

Julio Llamazares parte de una premisa falsa: la ausencia total de librerías en El Ejido. Continúa con una media verdad: que esa privación impide que la gente compre libros y adquiera cultura mediante su ellos. Y, de paso,  envía un mensaje,  principio del comentario: “en ese municipio almeriense sin ninguna librería,  el partido ultraderechista Vox ha obtenido el mayor porcentaje de votos en las últimas elecciones andaluzas”. 

La verdad de esta cuestión está al alcance de quien quiera averiguarla y hasta puede saber por internet que  en El Ejido aún quedan librerías, y que El Corte Inglés de esa ciudad ofrece también,    en su cuarta planta,  una sección de libros muy bien surtida.

La presunta relación entre el voto inculto y el partido ultraderechista VOX carece de fundamentos razonados. ¿Acaso los actuales votantes de ese partido político son ahora incultos y no lo eran cuando votaban a otros partidos?

Curiosamente, tres días después del artículo de Llamazares, El País, publicó el trabajo titulado  “Quién votó por Vox en Andalucía. Analizamos el perfil de sus votantes con los datos de la encuesta postelectoral de 40dB”. En el apartado “Votantes de VOX por estudios” concluía: 

“El perfil de estudios es también bastante plano. Vox tiene menos votantes entre las personas que solo tienen estudios de primaria o inferiores, y está ligeramente sobrerrepresentado entre los que tienen estudios superiores. Pero estas diferencias no son necesariamente significativas.” 

Es de suponer que el grado de estudios de los votantes determine en alguna medida  su nivel cultural, y se haya notado también en El Ejido. Consecuentemente, es un error de bulto el adjudicar un cierto tipo de votos,  “sin datos” suficientes, por simpatía o lo contrario.

18 de diciembre de 2018

Las aporías de Zenón, el CIS de Tezanos y la docta propuesta

Allá por el siglo V a.C.,  el discípulo de Parménides, Zenón de Elea, defendió  su tesis sobre la unicidad del ser con curiosos ejemplos dialécticos, conocidos  como aporías contra el movimiento,  siendo las más famosas la de Aquiles y la tortuga  y la de la flecha.

Si Zenón hubiera distinguido la divisibilidad matemática (infinita) de la divisibilidad física (finita) habría llegado a una conclusión diferente en su razonamiento,  ya que un espacio finito puede recorrerse en un tiempo finito. En eso se fundamenta la refutación culta; la vulgar, sin embargo,  la que el pueblo llano entendía y aplicaba era otra más sencilla: “el movimiento se demuestra andando”. Y para convencer a Zenón, le invitaban a  comprobar que cualquier corredor, sin necesidad de ser Aquiles, podía   alcanzar a la tortuga a pesar de la ventaja dada. E Incluso le desafiaban a ponerse frente a un arquero, ya que la  flecha disparada no le alcanzaría jamás según su propia teoría…

Por supuesto que nunca aceptó la apuesta. La conclusión nos indica que la práctica desmonta las teorías que no se cumplen  y las inutiliza por muy estructuradas que parezcan. Nadie se cree los cálculos que no funcionan ni proporcionan lo que formulan.

Si trasladamos  la conclusión anterior de las aporías a los pronósticos  del CIS de Tezanos veremos que la realidad destroza la teoría que no se cumple. Sabemos que la encuesta no se cumplió con lo publicado, ¿podríamos deducir que fue empleada más como medio interesado en crear opinión o influir en ella que averiguarla y analizarla? Y dado que los resultados del CIS fueron tan diferentes de los ofrecidos por el escrutinio, ¿podríamos concluir que el sistema fracasó y  que el trabajo empleado y el dinero invertido resultaron en vano?

En la entrada anterior,  “Grave fracaso del CIS de Tezanos en las elecciones andaluzas”, publicado el pasado 10 de dieimbre, se analizó y comparó la encuesta del CIS con los resultados del escrutinio y  se comprobó un fiasco sin paliativos.

 El declarado sesgo ideológico de Tezanos y sus fallos continuos en encuestas para el PSOE no fueron obstáculo para que Pedro Sánchez le nombrara Presidente del CIS, y no para perjudicar al Jefe del Ejecutivo. Pero el intento de beneficiarle tampoco le acompañó: dio al PSOE un 37% de los votos y 47 escaños a costa de otros partidos y sacó realmente  9 puntos  y 14  escaños menos, 28 y 33  en total respectivamente.

Ya no importa tanto que el fracaso  haya debido a la incompetencia personal o a la metodología empleada, porque lo relevante es que el CIS ha quedado desprestigiado y esa situación no ha conllevado ni la dimisión de Tezanos ni su  cese por parte de quien le  nombró.

Otros sondeos tampoco acertaron en las elecciones andaluzas,  pero esas empresas tiraron de sus propios recursos y no del dinero público.  Uno de ellos fue el  trabajo publicado por El País bajo el título “¿Quién va a ganar las elecciones en Andalucía?”,  más sugerente por la concienzuda exposición de su metodología  que por sus resultados. 

Un análisis de su lectura parecía confirmar el desenlace de las elecciones antes de celebrarse con párrafos y párrafos de teoría demoscópica y citas y más citas de sociólogos investigadores extranjeros.  Todo él estaba escrito con un lenguaje aparentemente científico  que parecía garantizar su éxito predictivo, y de paso, favorecer a unos ninguneando a otros. Tras hacer una media entre “todos los sondeos” publicados, anunciaba que: 

- “El PSOE rondaría los 40 diputados, aunque puede moverse entre los 35 y los 45 con facilidad, y le seguirían el PP (21-30), Adelante Andalucía (17-25) y Ciudadanos (15-25). El resultado de Vox rondaría los 2 escaños, aunque no los tiene asegurados”.

- “El PSOE tiene muy complicado gobernar en solitario porque apenas tiene una opción entre 100 de alcanzar la mayoría absoluta. Pero tampoco es probable una mayoría hacía la derecha: la suma de PP y Ciudadanos solo alcanza los 55 diputados con una probabilidad del 3%… Eso deja dos opciones como las más sencillas: un acuerdo entre PSOE y Adelante Andalucía (que alcanza los 55 diputados con una probabilidad del 96%) o un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos (91% de probabilidad).”

- “El escenario es todavía mejor para Susana Díaz, porque probablemente podrá elegir socio para buscar la mayoría. Hay un 88% de probabilidades (casi 9 entre 10) de que el PSOE disponga de esas dos alternativas al mismo tiempo,…”

En cuanto al reparto de escaños y orden de fuerzas políticas tampoco anduvo muy acertado con sus apreciaciones, especialmente con PSOE y VOX.

Es una pena que tan esmerada propuesta haya tenido tan poco acierto y tan corto recorrido que no ha aguantado el examen de la realidad. Cuando se ha contrastado con ella,  lo mismo que las aporías de Zenón,  se ha visto que no sirven para mucho. Y es que el valor de una teoría por muy elaborada que esté  y el de una encuesta por bien adornada que se presente se mide por su grado de acierto,  y cuando éste no aparece, lo demás es pura evanescencia. 

10 de diciembre de 2018

Grave fracaso del CIS de Tezanos en las elecciones andaluzas

Pocos días antes de que se celebraran las elecciones autonómicas andaluzas del 2 de diciembre de 2018,  el CIS de noviembre (“El CIS de Tezanos da mayoría a Susana Díaz, triple empate de Podemos, Ciudadanos PP y un escaño a Vox”) pronosticó que:

-  El PSOE-A de Susana Díaz ganaría las elecciones con un 37,4% de los votos y con 45-47 escaños, lo que acarrearía  una subida de 2 puntos porcentuales  y la conservación de sus 47 representantes anteriores.

- El PP-A, con un 18,6%  y  20-22 escaños, con una pérdida de 8,1 puntos y entre 11-13 escaños,   sufriría un sonoro batacazo e incluso dejaría  de ser la segunda fuerza. 

- Adelante Andalucía (Podemos e IULV-CA) conseguiría 20 puestos con un 19,3%, manteniendo los que sumaban por separado  en 2015, pero con una bajada de 2, 3 puntos.

 - Ciudadanos llegaría a los 20-22 escaños con un 18,5%, mejorando 9,3 puntos  y entre 11 y 13 escaños. 

-   A VOX le concedía un 3,1% y un escaño por Almería,  con un 7,5% de los votos de esa provincia.

-    Se constataba también que la confluencia PP-Cs-VOX alcanzarían un máximo de 45 (41 - 45) asientos de los 109 totales del Parlamento andaluz con la imposibilidad de formar gobierno.
Pero celebradas ya las elecciones,  la realidad desmontó la predicción que el  CIS dirigido por José Félix Tezanos, Catedrático de Sociología  y miembro que fue de la Ejecutiva Federal del PSOE como Secretario de Estudios y Programas, había confeccionado para la ocasión.
El hecho irrefutable es que esas elecciones ofrecieron unos resultados muy diferentes a las previsiones del CIS,  que ridiculizaban el trabajo tan  favorable a un partido como  contrario a otros:
-   El PSOE-A de Susana Díaz obtuvo un 27,95% de los votos y 33 escaños. No sólo no aumentó los 2 puntos porcentuales anunciados sino que perdió 7,45 y 14 escaños, un 30 % de los alcanzados en 2015.
- El PP-A consiguió un 20,75% y 26 representantes,  mejorando en 2,15 puntos y 4 escaños a la encuesta, aunque perdió  6 puntos y 7 escaños  de los 33 que tenía, un 21 %.
Adelante Andalucía (Podemos e IULV-CA), con un 16,18 % y 17 electos, perdió un  3,2% y 3 escaños respecto a la encuesta, y 5,5% y 3 escaños, un 15% de los obtenidos por separado en 2015.
- Ciudadanos llegó al 18,27 % y 21 escaños. Las previsiones de la encuesta del CIS pueden considerarse acertadas, ya que le daban un 18,5% y entre 20 y 22 parlamentarios.
-  La irrupción de VOX no la vieron ni la olieron, y si lo hicieron  la ocultaron. Pronosticaron un 3, 1% de votos   y un escaño por Almería con un 7,5% en esta provincia. Sin embargo obtuvieron un 10,97%  de los votos  (un 354% más) y 12 escaños (un 1.200% más que el vaticinio de la encuesta); de ellos 2 fueron en  Almería con un 16,79 %.  Y otros 2 más en las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga y 1 en Huelva, Córdoba, Granda y Jaén.
La encuesta también concedía un máximo de 45 escaños al conjunto  PP-Cs-VOX, pero fueron 59 los obtenidos, un 131% más de lo previsto. Abultado margen de error que delata un mal sistema de trabajo.
No contentos con el “éxito” del CIS de Tezanos en las elecciones andaluzas, una semana después y conociendo ya su fiasco, nos obsequiaron   con otra encuesta para el Congreso de los Diputados en la que  daban como  ganador al PSOE  con una ventaja de 12 puntos por encima del PP, y en la que VOX no aparecía  en escena.
Con este enlace el lector podrá llegar al contenido de ese nuevo sondeo: “El CIS de Tezanos mantiene indemne al PSOE por encima del 30% del voto y sacando 12 puntos al PP”.
Veremos lo que ocurre en su día, pero todo parece indicar que el actual CIS pretende crear opinión en los ciudadanos o influir en ellos más que averiguar lo que realmente piensan y quieren, favoreciendo mantener las ilusiones socialistas y confundiendo el deseo con la realidad. Mientras tanto, y a pesar del estrepitoso fallo cometido,  su responsable Tezanos no dimite y tampoco le dimiten.