26 de octubre de 2015

UNA NUEVA "ECONOMIA CON ALMA" HUMANIZARA LA RECUPERACION

El artículo que hoy nos presenta nuestro colaborador José Tomás Cruz Varela, con su equilibrio y agudeza habituales,  pone el foco en esta fase de salida,  la “precampaña de ellos y ellas”.  Estos políticos, más afines a la dedocracia que al mérito, dicen partir de cero, virgíneos,  pero todos cargan con sus pesadas mochilas, unas lastradas por la corrupción y otras por el vacío intelectual. El lector notará inmediatamente las diferencias entre  un análisis ponderado  y muchas de las soflamas que nos llegan desde los poderosos medios de comunicación, siempre interesadas y pocas veces ecuánimes. Merece la pena leerlo.

UNA NUEVA ECONOMIA CON ALMA HUMANIZARA LA RECUPERACION
(De mi puño y tekla)

 Han leído bien. Lo pretendido con el título de este artículo es que nadie lo entienda, como aquello de mezclar los culos con las témporas. En este caso nos referimos a la expresión “economía con alma”, cursi y bobalicona donde las haya y acuñada al parecer por el nuevo equipo de asesores presidenciales, jóvenes, dinámicos y responsables en parte del batacazo cosechado por el PP en las recientes elecciones autonómicas (plebiscitarias) catalanas. Tales palabras suenan a simple justificación de sus sueldos e intentando buscar originalidad a su contenido, que quizá, como portada de periódico llame la atención pero nada más, dado que un amplio colectivo sigue padeciendo los estragos de la crisis, cuando lo que realmente necesitan, con o sin alma, es un puesto de trabajo urgentemente.

     El lenguaje don Mariano, descendiendo al más elemental sentido etimológico del mismo, es lo que nos sirve y utilizamos las personas para expresarnos y ser entendidos sin más pretensiones y no para revestirlo de adornos y barnices platerescos de difícil interpretación, que solo mueven a la incomprensión, oscureciendo y dificultando el mensaje que se pretende comunicar.

     Toda esta pretenciosa sintaxis  utilizada por las nuevas incorporaciones si lo que pretenden es ocultar la ausencia de liderazgo del presidente y su incapacidad para inocular ilusión a los ciudadanos, nada o muy poco conseguirán de Rajoy, que como buen gallego, lo primero que se le ocurre es desconfiar. De ahí el contenido monocorde de sus discursos a los que solo ha incorporado algún matiz descalificador para que los votantes aprendan a distinguir entre los malos, esos que se limitan a criticar y solo saben despilfarrar, y los buenos, defensores de las necesarias reformas. Para que no nos engañemos y como afirma el presidente, no se puede llegar a la política sin antes haber ejercido al menos como edil.

     El Sr. Rajoy, que no es tonto, asume su carencia de liderazgo aunque ha mejorado e incluso ha asumido aparecer sin corbata en actos públicos, pero con los experimentos sigue mostrándose reticente y con el escaso tiempo que resta para las generales, tonterías las precisas. Lo que no se hizo en tres años es imposible lograrlo en tres meses.

     Los directivos de la campaña electoral que indefectiblemente necesitan demostrar su eficacia, se sienten incapaces de convencer a Rajoy para que modifique su “ruta social” humanizando la recuperación. Pretenden que el presidente genere más protagonismo en los medios y proyecte una nueva imagen entre los sectores sociales, lo que en roman paladino significa “cambio de comportamiento”, pero a golpe de utilizar difíciles definiciones va a ser que no. Desde que se puso de moda la estúpida “hoja de ruta”, lo que siempre hemos conocido como programa o plan de trabajo, a todos los dirigentes políticos, habría que entregarles una brújula pero ni aún así han conseguido orientarse.

     Posiblemente ya no exista ningún español que desconozca la promesa efectuada por el Jefe del Ejecutivo consistente en: “acabar su mandato con menos parados que los que se encontró cuando llegó a la Moncloa”. Aunque esa meta ya está superada, el presidente continúa con la mosca detrás de la oreja, léase cargado de dudas, si a golpe de macroeconomía será suficiente para seguir de inquilino en la Moncloa otros cuatro años más. Inteligente sospecha, puesto que el panorama no está nada claro.

     Sin desdeñar la causa social, la bestia negra del PP continúa siendo la corrupción, sobre cuya regeneración y desaparición solo hacen leves y superficiales referencias algunos subordinados pero sin entrar en el fondo de la cuestión. Rajoy es perfectamente consciente del gran daño que siguen originando  gurtelinos, púnicos y ratos. Las nuevas y presuntas irregularidades cometidas nada menos que por un ex vicepresidente del Gobierno y aparecidas en todos los medios, suponen un solemne mazazo en torno a la credibilidad de Gobierno y Partido, más todo lo que pueda surgir de aquí al 20-D.

     Los populares basarán su campaña en dos aspectos muy importantes consistentes en el mantenimiento de la unidad de España y la innegable recuperación económica vital para el futuro del país. No obstante y aunque se comente escasamente, los ciudadanos conocen que las mayorías absolutas son más proclives precisamente a la tan temida corrupción tal como se ha demostrado, y que la oposición, comenzando por el errático Pedro Sánchez (PSOE) empleará como arma arrojadiza contra la formación conservadora, pero eso sí, absteniendose de citar lo que ha ocurrido en su propio partido con los EREs, cursos de formación, etc.

     Lo último pasa por un sutil acercamiento a Ciudadanos de socialistas y populares para disputarse sus favores a la hora de llegar a los pactos pero sin que se note excesivamente y acusándose entre ellos. Tal maniobra está descolocando a Pablo Iglesias y su cuestionado Podemos tras la aparición de la primera encuesta publicada en La Razón, en la cual los podemitas  figuran tras Ciudadanos en intención de voto, algo que la formación de los círculos jamás había imaginado. Público y medios ya no están interesados en las declaraciones de Iglesias y como partido emergente han pasado a segundo lugar, Todo lo contrario de lo que está ocurriendo con Inés Arrimadas (Ciudadanos) que se la disputan en TV, emisoras de radio, periódicos y tertulias de debate, prueba evidente de que no lo está haciendo nada mal….¡¡Tiempo al tiempo!!.

 José-Tomás Cruz Varela

19 de octubre de 2015

Los olvidos de los López (Patxi&Óscar), II de II

 Cuando el olvido nos lleva al silencio, el ruido rescata la memoria

En el capítulo anterior pudimos apreciar las opiniones particulares de don Patxi López sobre los refugiados sirios, y otros temas más. Hoy veremos las de don Óscar López. Ambas adolecen de los mismo: desmemoria.

De vez en cuando, y con mayor frecuencia de la deseada, aparece algún dirigente socialista, entre el silencio cómplice de unos y el estupor y desagrado de otros, al que no le importa quedarse en evidencia,  si con ello publicita su ocurrencia de turno y recoge un voto despistado. El otro Sr. López, don Óscar, portavoz del PSOE en el Senado como premio a su éxito electoral a las Cortes de Castilla y León,  no  ha podido contener sus ganas de arañar al PP, utilizando, en este caso, la crisis siria y haciendo bueno el dicho de “ir por lana y salir trasquilado”.

Y es que don Óscar López, desde su escaño de la Cámara Alta,  reprochó al Gobierno de España, según una crónica digital solvente “haberse confundido de país…que la sociedad era más progresista y con más valores que  el Gobierno que va detrás y que Merkel había dado un tirón de orejas a Rajoy”. Quería dar a entender que la cuota asignada a España de más de quince mil refugiados, le parecía poca cosa y quería más y exigía mayor generosidad al Gobierno del Partido Popular. En el cómputo total de cinco de cinco millones de exiliados del régimen dictatorial de Bashar al-Assad, presidente de Siria y del Partido Baath Árabe Socialista, quince o veinte mil no son muchos, y el Sr. López, don Óscar,  pretendió dar una lección de solidaridad teórica. Ni siquiera se esforzó mentalmente en  establecer una cantidad idónea a “la capacidad limitada de España”. Lo había escrito poco antes el otro Sr. López, don Patxi: “Todas las sociedades deben tener unos valores profundos que hacen que sus miembros se sientan partícipes de un mismo proyecto y comprometidos con él. No es solo por solidaridad, es también por nuestra propia decencia, para no tener que vivir con nuestra propia conciencia amordazada.”

Tuvo que ser la Sra. Vicepresidenta, doña Soraya,  quien refrescara personalmente al  Sr. López, don Óscar, su desmemoria y, de paso,  la del otro Sr. López, don Patxi,  recordando hechos recientes del pasado Gobierno socialista de ZP, con relación a 100 subsaharianos procedentes de Libia: "Cuando se pedía a España que acogiera esa cifra de refugiados, el señor Rubalcaba dijo que se haría pero recordando a todos que la capacidad de España era limitada. Para 100 refugiados".

Podía haber ironizado doña Soraya agradeciendo a don Óscar, su reconocimiento implícito de la mejoría económica de España, pero no quiso. Si en tiempos de ZP resultaba complicado acoger a 100 personas debido a la "limitada capacidad de España", según Rubalcaba, hacerlo con quince mil  suponía que las posibilidades actuales se habían  multiplicado enormemente de hecho y no de palabra. Al Sr. López, don Óscar, este dislate no debió preocuparle excesivamente, porque ocasiones tendría en el futuro de superarlo… Anteriormente oyó también de doña Soraya una malévola advertencia: "Para que la comunidad internacional viera su intervención en la mayor crisis humanitaria en Europa, a lo mejor, debería haberme planteado contestar a la pregunta". Cuando alguien se arriesga a practicar electoralismo con el dolor ajeno, se expone a quedar en ridículo si le descubren las intenciones.

Para la Vicepresidenta, la mejor solución a esta situación crítica  es la que lleva el Gobierno: “trabajar con las comunidades autónomas, corporaciones locales y ONGs para dar una respuesta de todos unidos. Así es como queremos trabajar, ni debates estériles ni frases fáciles". Tiene razón,  aunque políticos hay que pretenden hacernos creer que el postureo fácil soluciona problemas complejos. ¡Allá ellos y sus resultados!

12 de octubre de 2015

LOS MANTRAS DE DON MARIANO RAJOY

Pasadas las elecciones catalanas y analizados sus resultados, podemos preguntarnos si Mariano Rajoy Brey es un político "amortizado y prescindible"  para el futuro de España. Les invito a leer las opiniones de nuestro colaborador José Tomás Cruz Varela, que no dejarán a nadie indiferente. 
 

LOS MANTRAS DE DON MARIANO RAJOY
(De mi puño y tekla)

  Una vez más habrá que recordar a los españoles, catalanes incluidos,  que las pasadas elecciones generales no las ganó Rajoy sino que, merecida y descaradamente, las perdió el presunto lunático Zapatero (PSOE) por razones de sobra conocidas. Cada día que pasa, la profecía que amarga a don Mariano consistente en que será presidente de una sola legislatura, adquiere mayor verosimilitud. En los casi tres meses que restan para la celebración de los próximos comicios, es muy posible que se fragüe el desmoronamiento de la formación popular.

     Nuestro presidente, amante de los mantras a cual más simplón, acuñó aquello de “el tiempo lo soluciona todo” de clara inspiración arriólica, pasando al multirepetido de “aún nos queda mucho por hacer” que ordenó utilizar a todos los altos dirigentes en su apariciones públicas, para desembocar en el más inane de todos ellos, concretamente “no pasa nada” pero sin dar la cara y para definir las consecuencias de las recientes elecciones catalanas. El mismo estribillo que anteriormente empleó en el caso de las europeas, andaluzas, autonómicas y municipales, en las cuales se cosecharon igualmente sendos fracasos por parte del PP.

     Si en efecto se cumple el citado vaticinio y el  Partido Popular pasase a la oposición por la más que posible alianza de los partidos de izquierda: PSOE, Podemos, IU, BNG, etc., el futuro de España no apuntaría precisamente a una etapa de paz y prosperidad con las consiguientes consecuencias negativas para la economía, exportaciones, empleo, inversión extranjera, etc. Aspectos en los cuales debe otorgarse a Rajoy cierto mérito con relación a los restantes países de la CEE.

     La colección de bofetadas electorales recibidas a lo largo del año 2015, han logrado reducir la prepotencia y altanería de los conservadores, aunque no lo suficiente para avanzar en sus relaciones con los medios de comunicación y restantes partidos políticos. En este sentido, cabría destacar las continuas descalificaciones hacia Ciudadanos, algo torpe e incomprensible siendo la única fuerza del arco parlamentario con la que podría llegar a entenderse.

     No obstante, los votantes de Ciudadanos tienen muy clara la idea de que mientras Rajoy continúe al mando del PP no existirá auténtica regeneración. A nivel personal puede ser el político más honrado del universo, pero no pudiendo opinarse  lo mismo sobre el nivel de tolerancia que ha existido en su partido con relación a la corrupción. No hace mucho, pensar en un hipotético  pacto entre PSOE-Ciudadanos era inviable. Ahora y tal como está evolucionando el mentidero político español, sí cabria el alcanzar acuerdos entre ambos partidos y de paso darle la patada a Podemos.

     En otro orden de cosas y  por mucho que se prodiguen el Jefe del Ejecutivo, la secretaria general, Cospedal  García y el lacrimoso portavoz parlamentario en resultar la nula repercusión que tendrán las recientes elecciones catalanas sobre las generales, nadie se lo cree y cuanto más insisten peor. Precisamente están siendo muchos los dirigentes políticos, periodistas y comentaristas los que discrepan por considerar que influirán y mucho por el gran desgaste que ha supuesto las citadas autonómicas (plebiscitarias) para algunos partidos. Las urnas son tozudas y si no que se lo pregunten a Pablo Iglesias (Podemos), Pedro Sánchez (PSOE) e incluso a Rajoy (PP).

     Está más que demostrado que el Presidente del Gobierno es un mal perdedor y el no reconocerlo le está suponiendo perder credibilidad y prestigio, lo que pone de manifiesto su ausencia de liderazgo. El no asumir, por ejemplo, que el gran vendedor de la última confrontación electoral ha sido Alberto Rivera (Ciudadanos), tras haber triplicado sus votos es todo un despropósito. Es muy posible además que a lo largo de la próxima campaña electoral aparezcan nuevos y presuntos escándalos que impliquen a miembros del PP para impedir su dudosa victoria en diciembre, a pesar de la mediocridad de los líderes de la oposición con la excepción de Ciudadanos.

     Cada vez son más los jóvenes y no tan jóvenes que cuando reflexionan sobre el futuro de España, ya no incluyen  a políticos del perfil de Rajoy o Mas. Ambos, aunque por distintos motivos, tiempo ha que están sobrando, si bien todo parece indicar que en política, la ambición no respeta edades ni limitaciones lo cual es un error mayúsculo. Debería ceder sus puestos y no esperar a que les den la metafórica patada. Por mucho que les duela es obvio que  ninguno de los dos forman parte de ese colectivo de hombres que Bertolt Brecht considera como “imprescindibles”.

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela

5 de octubre de 2015

Los olvidos de los López (Patxi&Óscar) (I de II)

 Don Patxi López y la ocasión perdida

"No hay nada peor que una guerra civil,  en la que los vencidos
son destruidos por sus propios amigos" (Dionisio de Halicarnaso)

No ha estado fino el ex lehendakari Sr. López, don Patxi, como analista político. Hasta el título de su artículo “Perdonen por nuestro Gobierno” suena desafinado. La sólida formación que se supone lleva aparejado el desempeño de un alto puesto no ha quedado acreditada en ese escrito y maliciosos habrá que se acuerden de Zapatero: “Cualquiera con muchas ganas y una idea básica del país puede llegar a ser presidente de Gobierno. Todo el que cuente con  apoyo de la ciudadanía puede serlo independientemente de su cualificación”.

El oportunismo electoral de Patxi López le ha llevado a inculpar al presidente del Gobierno español en una catástrofe humanitaria que no ha creado. No están claros, o quizás sí lo están, los motivos por los que se le olvida citar a Bashar al-Assad, presidente de Siria y del Partido Baath Árabe Socialista, al menos una sola vez. De antiguo son conocidas las buenas relaciones que el PSOE mantiene con el partido  gobernante sirio, y dado que una información fluida ayudaría a comprender mejor el problema, el articulista podría haber profundizado en las causas del conflicto; pero no lo ha hecho. Eludir las responsabilidades de los dirigentes de allá y repartirlas entre mandatarios europeos de acá no le beneficia.

Las guerras civiles, como lo fue la española y la siria lo es, son  originadas por unos y sufridas por otros que poco tienen que ver con los primeros. El enfrentamiento entre bandos opuestos produce refugiados inocentes que huyen de la muerte. El Sr. López, don Patxi, podría haber explicado cómo ha conseguido saber que “Rajoy no se acuerda o no quiere acordarse de los refugiados españoles de 1939”; y tampoco lo ha hecho. La imaginación y los deseos invalidan con frecuencia los juicios de valor. No resulta ético hacer política con meras suposiciones. Ha quedado bien recordando a los  “republicanos españoles” refugiados en Francia, y se hubiera superado de haber tenido presentes a los  miles de vascos que huyeron del terrorismo años después.

 No es sorprendente que Patxi López, mezcle la “guerra civil de Siria” con “el hambre y las enfermedades de África, con sus dictadores y el cobijo que Europa daba a sus expolios”, ya que si bien dice lo que sabe, no sabe decir que las causas del exilio político difieren de las que llevan a la emigración por necesidad económica, y, por dolorosas que ambas sean, requieren soluciones distintas:

 “Y dice el señor Rajoy, y otros que no quieren asumir ninguna responsabilidad, que el problema hay que resolverlo en origen. Ya. Pero qué casualidad que digan esto los que nunca han querido mover un dedo. Los que han recortado todas las ayudas a países en desarrollo. Los que no han querido asumir que la miseria ajena, que las violaciones en otros países, son también nuestra responsabilidad aquí. Señor Rajoy, tenemos este enorme drama porque no hemos sabido, y muchos no han querido, resolverlo. Se nos llena la boca hablando de políticas comunes de inmigración, de reforzar la ayuda a los países que tienen estos problemas, y lo único que les hemos mandado han sido drones.”

Cuando acusa de esa forma, se olvida  del estado lamentable en el que su Gobierno  socialista dejó España en diciembre de 2011. Si el  “mayor recorte social de la Historia de la Democracia  la hizo Zapatero”, ¿por qué lo oculta y  se lo carga al PP? Con semejante herencia,  toda queja es puro cinismo. ¿Acaso cree que Rajoy habría recortado distintas partidas en 2012, si Zapatero hubiera dejado el mismo déficit que heredó en 2004?

Se le olvida decir al Sr. López, don Patxi, que Rodríguez Zapatero  gobernaba en España cuando la guerra de Siria comenzó, y él lo hacía  también, con la ayuda imprescindible  del PP  a cambio de nada,  en el País Vasco. Ni desde Moncloa  ni desde  Ajuria Enea “nadie movió un dedo ni hizo  ni dijo nada” entonces. Ni siquiera los del “No a la guerra”  salieron con aquellas  pancartas de PAZPAZ.

En el artículo que nos ocupa  aparece una trampa discursiva de corto recorrido y  patético final. Empieza hablando en plural, primera persona, simulando incluirse (“No podemos… sabíamos… obligamos… sabemos… tenemos… hemos dejado… hemos mandado… hemos  aplaudido… hemos soportado… estamos permitiendo…”), después culpa a sus adversarios (“otros no quieren… que digan esto lo que nunca han querido… los que han recortado…los que…”),  y finalmente se pone como ejemplo de luchador por la justicia y la solidaridad: “Hoy nos toca poner en práctica la solidaridad con estos refugiados. Y hace falta voluntad y medios; las buenas palabras y alguna limosna, reducida al mínimo por el egoísmo inhumano, no son suficientes”….”No es solo por solidaridad, es también por nuestra propia decencia, para no tener que vivir con nuestra propia conciencia amordazada.”… “Yo, también, hoy con vergüenza quiero decir: perdonen por nuestro Gobierno, los españoles no somos así”.

De estos dos párrafos  (“Hemos aplaudido las primaveras árabes para después no hacer nada para que pudieran consolidar la democracia. Hemos soportado una guerra interminable y criminal en Siria sin tomar medidas reales.” y “Sólo hemos tenido expresiones de horror anta la barbarie del Estado Islámico (IS) y estamos permitiendo que 40.000 fanáticos sanguinarios campen a sus anchas arrasando Siria e Irak.”) no se deduce si está a favor de una intervención armada en Siria contra el Estado Islámico (IS) o contra  el régimen de Bashar al-Assad o contra ambos, o si prefiere mantener el actual statu quo hasta que se manifiesten los del “No a la guerra” y sepa de qué lado están esta vez.

Se erige en defensor de comportamientos humanitarios mientras anatematiza a la “derecha” de falta de solidaridad, sin precisar si española o europea o ambas a la vez: “No es sólo un problema de fronteras o de seguridad interna de la Unión Europea como nos quiere hacer ver la derecha, es una cuestión de humanidad, es una crisis humanitaria. Son personas que mueren huyendo de la muerte mientras piden refugio en nuestra casa. La capacidad más humana, lo que de forma más radical nos separa de los animales es la capacidad de sufrir con el dolor ajeno. Demostrémoslo.” Y sin embargo, los sirios prefieren  "la insolidaria Alemania de Merkel" (de derechas, por supuesto) a otros países más próximos en ideología,  religión, geografía y cultura.

Del uso repetido del término solidaridad salta a su praxis: “Hoy nos toca poner en práctica la solidaridad con estos refugiados. Y hace falta voluntad y medios; las buenas palabras y alguna limosna, reducida al mínimo por el egoísmo inhumano, no son suficientes.” Hemos oído decir una y mil veces a ciertos líderes socialistas que esa solidaridad se basa en el reparto de la riqueza que el Estado obtiene con los impuestos de “todos y todas”, con la misma progresividad y sin distinción del lugar donde se generan,  entre los que menos tienen y más lo necesitan, aportando más quienes más tienen. Sin embargo, no hay constancia de que esto se cumpla mientras  no  demuestre que el sistema del “cupo fiscal vasco”  también es solidario con el resto de España  y que  “cada vasco y cada vasca” contribuye en la misma proporción que los demás al bienestar  común, sin ser privilegio de unos y perjuicio de otros. Predicar solidaridad hacia fuera sin practicarla dentro resultaría  una ironía hipócrita.

 Hay expresiones (“Pero además, más importante que recoger a regañadientes a unos grupos de refugiados, es entender que el asilo político, es un principio moral de la propia democracia europea. No se trata de una discusión de cuotas, se trata de defender y no renunciar a un valor ético que dé sentido a la propia existencia de la Unión.”) y manifestaciones (pancarta en el Ayuntamiento de Madrid con el “ “REFUGEES WELCOME”) que denotan “buenismo” a raudales, pero solamente con eso no se da ni cama ni comida a los de miles de exiliados.  Y no se trata de pequeños “grupos  de refugiados” (don Patxi dixit) los que llegan y llegarán a España. El alojamiento, manutención e inserción laboral y social de más de quince mil personas no es un asunto menor. A medida que se acerque la hora de la verdad solidaria, comprobaremos los comportamientos de cada  Ayuntamiento y Comunidad Autónoma. Todos  dicen querer hacer pero que el Estado ponga los dineros, que ellos no los tienen, y  que al pagar todos nuestros impuestos correspondientes a la caja común,  todos seremos igual de solidarios.
Mientras no acabe esa guerra civil en Siria, y en otros países, no habrá paz. Y lo que es peor, aumentará el número de refugiados huyendo de una muerte anunciada. Tenía razón J.F. Kennedy:

El próximo día veremos una opinión complementaria poco afortunada...del otro Sr. López, don Óscar.