27 de enero de 2014

La privatización de servicios genera conflictos…ideológicos

En la entrada anterior nos aproximamos al devenir de la reciente huelga de limpieza viaria de Madrid, para cuyo relato se mostraban enlaces de diversos medios de comunicación. Pero el objetivo prioritario, más que la huelga en sí, era otro distinto: analizar el artículo “Lo público. Se privatiza la limpieza y las empresas, que reciben menos dinero por hacerla, bajan los sueldos y echan a una parte de la plantilla de sus trabajadores.” (Jorge M. Reverte),  en el que el autor reflejaba su defensa de “lo público  en los servicios” contra “las privatizaciones ideologizadas” que de ellos hace la derecha del PP, y en este caso concreto la madrileña. Casualmente, se olvidaba mencionar que la izquierda también privatiza cuando toca poder, y curiosamente, también los servicios  de limpieza, con diferente o peor fortuna. Aún mucho peor, ¿Por qué no recuerda el caso de las contratas irregulares de limpiezas del Ayuntamiento de Madrid que al concejal socialista  Alonso Puerta le costó la expulsión del PSOE (1)? Malo es emplear dos varas de medir para el mismo caso, según la ideología del medidor, porque resta credibilidad y respeto a quien así argumenta.
Para completar el estudio anterior, hoy podemos añadir el caso de LIMASA, la empresa mixta de limpieza del Ayuntamiento de Málaga, en la que también sonaban tambores de huelga. El Ayuntamiento malagueño tiene el 49% mientras que las empresas concesionarias (FCC, Urbaser y Sando) poseen el 51% restante. El problema se enconó cuando los empleados de LIMASA pretendieron mantener sus condiciones laborales, incompresibles para ciudadanos y políticos, incluso de la izquierda,  y los socios de la empresa argumentaron con la imposibilidad de sostenerlas. Los criterios de contratación que deberían basarse en criterios de igualdad, capacidad y mérito, ni siquiera se aplicaban, para mantener así su estatus y sus condiciones laborales. Para una de las partes eran privilegios inaceptables y para la otra,  condiciones irrenunciables. En vez de profundizar en un convenio justo con las retribuciones debidamente adaptadas a la función y preparación de cada cual, las amenazas  de huelga y el chantaje de la basura  fueron la respuesta…

De todo lo anterior, lo más difícil de comprender es que la negociación de un servicio, como los de la limpieza o basuras, termine en conflicto. Veamos:
a)  Existe consenso total sobre la necesidad de un servicio de limpiezas.
b)  Sabemos que ese servicio genera unos costes de personal, materiales y gestión.
c) También existe  acuerdo sobre la necesidad de una tasa municipal a los vecinos que cubra  los gastos del servicio y no sea deficitario.
d) Es de suponer que todos los Ayuntamientos tratan de repercutir de la manera más justa en los receptores del servicio (viviendas, establecimientos comerciales, etc…).
e) Es de justicia también que todos los que trabajan en el servicio cobren su salario de acuerdo con su cometido, preparación necesaria para realizarlo,  dedicación y jornada laboral, independientemente de su pertenencia a una empresa pública o privada. 
f) Si la gestión fuera correcta y transparente, no deberían crearse tensiones ni conflictos, ya que los costes totales de los servicios serían sufragados los ciudadanos perceptores mediante una tasa  finalista y justa.
g) Sin embargo, cuando en esa tasa se quieren incluir impuestos para sufragar otros gastos diferentes, o la empresa adjudicataria o empleados quieren percibir mayores beneficios que los correspondientes al trabajo que hacen, aparecerá el problema. Como siempre, serán los mismos ciudadanos, inmersos en un fuego cruzado de intereses ajenos,  quienes paguen los desencuentros de todos y la voracidad de unos u otros o todos a la vez, por un servicio que a veces no reciben,  o lo reciben mal o a medias.
Y ahora volvamos al principio. ¿Por qué lo ideológico ha de primar so re lo pragmático? ¿Seguro que el ciudadano prefiere peor servicio a mayor coste, sea de la empresa pública o privada? ¡Andan un tanto desmemoriados los progres de hoy cuando ha no muchos años reían y aplaudían el sonsonete que el comunista Deng Xiaoping pronunció hacia 1960,  "Blanco o negro, lo importante es que el gato cace ratones” y Felipe González repetía.

Seguramente nadie tenga problemas en admitir que si una empresa pública hace el mismo trabajo que una privada,  a los mismos costes y con la misma calidad, sea ella la preferida. Pero, ¿realmente podrá ser así?

¿Por qué no se dignan una y otra parte en dar la información total y transparente de la situación real del servicio, con sus ingresos y gastos? Pensarán posiblemente que  a los ciudadanos no les interesa  saber lo que se hace con sus dineros. O sencillamente querrán que no nos enteremos de los grandes sacrificios de unos y otros. ¡Qué gran equivocación! 
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(1)  "Entre 1981 y 1983, la empresa Sellberg habría pagado comisiones al PSOE a cambio de la concesión de contratas municipales para la recogida de basuras en Madrid. Alonso Puerta (teniente de alcalde con Tierno Galván) fue expulsado de su cargo y del PSOE poco tiempo después de haberlo denunciado".

20 de enero de 2014

¿Puede ser la privatización del servicio de limpiezas una fuente de conflictos?

Sobre el problema y la solución…

Muchas opiniones han surgido sobre la pasada “huelga de limpieza viaria” (no de “recogida de basuras”) desencadenada en Madrid. Sin embargo, las informaciones objetivas sobre las demandas de los trabajadores y las distintas ofertas de las empresas concesionarias han sido bastante más escasas.

Las siguientes publicaciones de esos días sobre el conflicto pueden ser significativas y ayudarnos a formar una opinión objetiva próxima a los hechos:

Tras observar el baile de números sobre despidos y reducción de costes,  y la confusión sobre los sueldos reales y jornadas de trabajo, podemos deducir que hay sectores laborales, privados y públicos, con mucha mayor transparencia sobre el desarrollo de las funciones y las percepciones habidas que la existente en ese campo concreto del conflicto.

Llevando el agua a su molino…
Cuando se quiere hacer política de consumo en vez de información, en vez de presentar análisis objetivos, se transmiten opiniones demasiado interesadas. A esta sección pertenece el artículo “Lo público. Se privatiza la limpieza y las empresas, que reciben menos dinero por hacerla, bajan los sueldos y echan a una parte de la plantilla de sus trabajadores.” (Jorge M. Reverte), con unas  afirmaciones ciertamente discutibles,  como:
- Alberto Ruiz Gallardón dejó a Madrid como la ciudad más endeudada del mundo.
- Para Ana Botella, la actual alcaldesa, la limpieza de las calles de Madrid es un lujo y "los madrileños están mal acostumbrados a tanta  limpieza…"
- El PP es clasista hasta con las basuras, ya que se limpia en unos barrios y en otros no.  (“La Moraleja y otros están como los chorros del oro”).
- La derecha tiene un axioma: “lo público no es eficiente”.
- Consecuentemente, la derecha madrileña privatiza la limpieza. Da menos dinero a las empresas, y éstas recortan sueldos y plantillas…
- Irónicamente la alcaldesa no es responsable del problema…

Cuando la riada se lleva el molino...
¿Y si afirmaciones tan categóricas no son como el autor refleja? Comparemos el caso del Ayuntamiento de  Madrid (con un gobierno de derechas) con el de Jerez de la Frontera (con uno de izquierdas en el tiempo del estudio) y veamos el contraste:
(Izda. Ayuntameintao de Jerez de la Frontera)
a) Jorge M. Reverte podría haber distinguido entre “deuda absoluta" y “deuda relativa” (d/h), para evitar manipulaciones, pero no lo ha hecho.
b) Origen de la deuda. Convendría saber también qué parte de la deuda de Madrid corresponde a infraestructuras, y cuánta de la deuda de Jerez se debe a gastos de personal desorbitados.
c) La percepción de los votantes madrileños ante la deuda fue la concesión de otra  mayoría absoluta para el PP y otra igual para el mismo partido  en Jerez a costa de la izquierda que la perdió. Será consecuencia todo ello de que el pueblo es sabio y no se equivoca, a pesar de los “formadores” de opinión…
d) ¿Desde cuándo La Moraleja es un barrio de Madrid?
e) Generalizar sobre la eficiencia o ineficiencia de lo público o lo privado es una sencilla falacia. En lo uno y en lo otro se dan ambos casos, aunque con una diferencia. Mientras que en el sector privado, la ineficiencia hunde a la empresa afectada, en el sector público la sufren y la pagan los ciudadanos aunque no quieran lo uno ni lo otro. La Historia ha demostrado que la eficiencia de USA (predominio de lo privado) fue muy superior a la de la extinta URSS (dominio absoluto de lo público). Se ve que las experiencias y sufrimientos  de los pueblos sirven de poco a algunos.
f) La “privatización de la limpieza” llevada a cabo por la derecha madrileña es el origen del problema, ya que la izquierda no privatiza, y en caso de hacerlo… lo realiza tan bien y tan satisfactoriamente que no surgen problemas.
El Ayuntamiento de izquierdas  de Jerez, por ejemplo,  privatizó las limpiezas de los colegios públicos de su ciudad -competencia municipal- con la concesionaria “Respuestas Auxiliares”. Y casualmente también hubo una huelga: el Ayuntamiento dejó de pagar a la empresa, y ésta a sus empleados. Es de suponer que por falta de dinero. En el caso de Madrid las concesionarias cobran su contrato, porque no existe el  problema de liquidez que tenía Jerez, a pesar de ser Madrid para el autor “la ciudad más endeudada del mundo”.
Lo que no sabemos es por qué no ha acudido a este sencillo ejemplo antes de escribir sobre deudas, porque seguramente él lo conociera.
g) En el Ayuntamiento de Madrid, la deuda no está judicializada ni hay imputados. ¿Ocurre lo mismo con el de Jerez?
h)  La mayoría de los Ayuntamientos españoles tiene contratado el servicio de limpieza con empresas concesionarias, y gran parte de los empleados de estas empresas quisieran pertenecer a los Ayuntamientos como personal laboral o “funcionarios”, contando con el apoyo incondicional de los llamados sindicatos de clase. ¿Por qué será?

13 de enero de 2014

Sobre la discutida y discutible democracia interna en el Partido Popular (II de IV)

No cabe duda alguna de que Esperanza Aguirre tiene “olfato político” para otear las nuevas corrientes de pensamiento, “instinto de supervivencia” en la lucha partidista y el “don de la oportunidad”, en su acepción más positiva, para estar siempre y oportunamente en el centro de todos los escenarios políticos (y en todos los charcos que dijera otro). Lo ha demostrado a lo largo de  su dilatada carrera, tanto por sus discursos como popr sus escritos, habiendo logrado con su artículo publicado en ABC, “Ha llegado la hora”, establecer un tiempo de reflexión  y debate sobre la necesaria regeneración del partido,  tanto en afiliados como en dirigentes.

Aunque todos saben lo que sobra y  lo que falta en el PP, son muy pocos quienes  lo denuncian y muchos (la mayoría) los que callan para no perder el puesto o el favor de los jefes, justificando su actitud con la excusa de no perjudicar al partido ni a sus líderes y no favorecer lo más mínimo a los oponentes y adversarios.

En la entrada de hoy analizaremos las opiniones de E. Aguirre, dejando para la siguiente la de J. R. Bauzá y de A. Vidal Cuadras. Como final de la serie, veremos las  respuestas dadas por compañeros suyos de altas instancias del partido.

Del artículo anteriormente citado “Ha llegado la hora” podemos extraer por su interés las siguientes ideas y propuestas:

-  Acabar con las listas cerradas.

- Presentación como ejemplo real  de un joven político con proyección de futuro, Diego Bengoa, alcalde de Ezcaray, por su solicitud pública de listas abiertas y elecciones primarias con la  participación de todos los militantes para la selección de cargos y candidatos. 

- Denunciar la existencia de la obediencia exigida, explícita o tácita, al líder como condición necesaria para ser candidato a algo: “... con el actual sistema que impera en los partidos a la hora de designar a los candidatos a las elecciones resulta que, para lograr ser candidato, es más importante cuidar a los líderes y a las cúpulas de los partidos, que son los que elaboran las listas, que ocuparse de los ciudadanos, que son los que votan. Y esto no puede seguir así”.

- Acercar a los representantes elegidos a los ciudadanos que los eligen, con el ejemplo  del sistema  electoral (modelo británico) por “circunscripciones uninominales”, en el que los votantes conocen a quién votan y pueden exigirle responsabilidades, y los elegidos se deben a sus votantes. “En España, por el contrario, todos los políticos tienen claro que deben sus puestos a las cúpulas de los partidos que los ponen en las listas, y por eso es tan difícil encontrar una voz ni mínimamente crítica hacia esas cúpulas por parte de los políticos que les deben el puesto y el sueldo”.

- Las listas abiertas conllevan democracia interna en los partidos, cosa que ahora es más que dudosa por no decir nula. “Los militantes carecen actualmente de cauces par hacer llegar sus iniciativas a los dirigentes. Ahora nadie quiere conocer de verdad la opinión y las ilusiones de esos miles de militantes que lo dan todo por los ideales y por los objetivos de su partido, que llenan las plazas de toros y los estadios de fútbol para apoyar a sus líderes, que trabajan desinteresadamente en las campañas electorales, que son interventores y apoderados en las elecciones, y que defienden las posiciones de su partido siempre que tienen que hacerlo”.Las elecciones primarias  pueden ser un buen medio de dar a conocer las opiniones de los militantes.

- Recomendación a los partidos de la necesidad de democracia interna para ganar el futuro. “Como no me cabe tampoco la menor duda de que el partido que antes dé los pasos necesarios para democratizarse por dentro y para acabar con esa distancia que ahora separa a los políticos de los ciudadanos será reconocido por ello y afrontará con ventaja las próximas citas electorales. Ha llegado la hora y no podemos desaprovechar la llamada de ese joven político riojano que acaba de remover las aguas demasiado quietas de la vida interna de los partidos.”

Una vez lanzado el mensaje, veremos cómo lo han recibido los de arriba y  los de abajo. Seguro que no faltarán tampoco quienes la critiquen por no haber puesto en práctica ella misma lo que ahora predica, olvidándose de lo esencial: el contenido. Pero todo se andará…

9 de enero de 2014

Entre el “Yo fui a E.G.B.” y “Yo enseñé E.G.B" hay “Una vida por vivir”

Con los comentarios del blog “Yo fui a E.G.B.”, dos bilbaínos   han escrito un  libro, con el mismo título, que contiene las memorias de sus años de Educación General Básica. El secreto del éxito obtenido con ambos se halla en el repaso de las experiencias compartidas de todos aquellos que vivieron vidas semejantes, disfrutaron con los mismos programas televisivos y juegos, usaron un vocabulario casi idéntico en situaciones parecidas, coincidieron en aficiones y vestimentas, y pasados los años, sienten hoy iguales "nostalgias", aunque insistan en decir que no son "nostálgicos". Lo que han hecho  Javier Ikaz y Jorge Díaz,  no ha sido otra cosa que revisar el álbum de sus recuerdos y contarlos en voz alta. La sorpresa ha surgido cuando cientos de personas desconocidas entre sí  leen, escriben y coinciden en su retrospectiva.

Resulta interesante el contraste entre la visión dada por “los estudiantes de EGB” y la ofrecida en otro libro reciente, “Una vida por vivir”, escrito por un maestro, burgalés de nacimiento, que ha pasado su infancia y juventud en Bilbao, y ha desarrollado su tarea profesional  en tierras vascas y burgalesas.

Mientras que los primeros autores se ciñen a una época concreta, José María Sanz, el segundo,  narra con lenguaje fácil  y preciso la experiencia vital del protagonista de la novela, que es la suya propia. Si los unos recuerdan las palabras y dichos de su tiempo, lo que era “guay” y lo que no lo era, José María Sanz nos brinda un vocabulario rico que evoca añoranzas para los que vivimos aquellos mismos años en estas tierras de Castilla. Tiene el mérito de haber conservado un léxico que va quedando en desuso, y  exponerlo oportunamente sin forzar la sintaxis. La cantidad de detalles que aporta, en vez de aburrir por “prolija”,  se convierte en una herramienta imprescindible  para trasladarnos a unos ambientes que más que describir, parece fotografiar.

De lo más relevante de la novela es la visión profesional que nos brinda. Se remonta a su época de “párvulo” en la escuela del pueblo, y su aprendizaje de la lectoescritura con pizarra y pizarrín, y el cabás para el transporte de los escasos útiles entonces disponibles.  Finaliza el discurrir de su "viaje en el tiempo"  con un cierto hastío y desasosiego sentidos como educador cuando constata que los tiempos modernos no están para “muchas pedagogías”. Advierte de la carencia, cada vez mayor, de valores como el trabajo, el esfuerzo, el perfeccionamiento de la obra bien hecha, y la creciente falta de respeto hacia los docentes, tanto por parte de alumnos como de padres y de la sociedad en general. Meritorio es también el análisis valiente que realiza sobre los distintos sistemas educativos que a él le han afectado como alumno y como maestro, y sus diferencias notables. Es de agradecer que docentes, como nuestro protagonista,  nos hayan dejado por escrito sus opiniones.

En la obra que nos ocupa se percibe un sugerente diagnóstico, crítico y nunca ofensivo, de las actitudes, a veces contrarias, de sus antiguos maestros,  así como de las que más tarde mostraron  los que fueron sus compañeros de Colegio e Instituto.  Y lo completa con una comparativa de comportamientos entre sus antiguos amigos de pupitre y clase,  y los que años después tenían  sus propios  alumnos.

 “Una vida por vivir” disecciona sus vínculos familiares con padres y hermana, abuelos, primos  y tíos.  Llama la atención  el binomio madre-hijo prolongado durante toda una vida, en el que se pueden analizar en profundidad las relaciones sicológicas de  dependencia y correspondencia. Saltan a primera vista los desvelos y el amor de un hijo, muy unido a su madre, a la que, viendo desvalida,  decide proteger hasta el final,  sacrificando parte de su particular vida. El tratamiento que hace de su entorno familiar,  con problemas antiguos y nuevos, pasados y actuales, engancha al lector, porque en algo o en mucho nos afecta a todos.

Estos dos libros, “Yo fui a EGB” y “Una vida por vivir”,  echan por tierra el viejo tópico de que acudimos el pasado cuando carecemos de futuro creyendo que “cualquier tiempo pasado fue mejor” (¡o peor!). Los primeros son aún jóvenes y tienen un futuro por delante aunque de ello no hablen, pero el segundo confiesa abiertamente y siente, con un ilusión contagiosa, que aún le queda “Una vida por vivir”. Le conozco, y sé que ya la está viviendo.
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NOTA: Mediante este enlace, cualquiera puede leer el libro o bajárselo gratis. http://www.bubok.es/libros/224552/Una-vida-por-vivir




5 de enero de 2014

Desde la ingenuidad y la esperanza, Carta a los Reyes Magos

http://es.wikipedia.org/wiki/Reyes_Magos


 
 Estimados Reyes Magos:

Me ha costado mucho escribiros esta carta debido al pobre resultado de las anteriores, y eso que mis peticiones no eran ni caras ni extrañas. También ha contribuido el hecho de que cada año os sigue menos gente, entre otras cosas,  por llegar más tarde que Santa Claus y medio desfondados, racaneando después de tantos jolgorios. Y, claro, lo que os queda para dejar en nuestros zapatos son las sobras...

Algunos piensan que dais cierta sensación de seriedad  que os aleja de las nuevas generaciones de la Play y el Twitter. Por eso y otras habladurías, muchos de vuestros fieles se han ido a la competencia con ese tío simpático y gordinflón que se pasea entre las nubes. Además, eso de estar siempre junto al Niño Jesús en el portal de Belén está pasado de moda en esta “navidad” postmoderna de luces chirriantes que invitan al consumo. 

Sé muy bien, Majestades, que las cosas inmateriales son difíciles de conseguir, complicadas de repartir y no suelen llegar a quien de verdad las necesita. Al final, como siempre, me quedo sin regalos y sin ver cumplidos mis deseos. Os recuerdo  que, hoy día, el mundo de las ilusiones está de capa caída,  que ni las niñas sueñan con ser princesas ni los niños futbolistas, que todos ellos quieren ser “políticos” porque  es lo único que les da seguridad,  que su único afán es el “servir”  y lo mismo les da hacerlo con unos que con  otros que consigo mismos, que no son nada escrupulosos.

He decidido escribiros porque me niego a aceptar que se pueda acabar con la magia de una noche de reyes...,  porque sigo creyendo que el poder de la imaginación no tiene edad y deseo conservar lo más posible de la primera, que de la segunda siempre estaré sobrado aunque no quiera. Esta vez, Majestades,  sólo aspiro a  una cosa fácil de solicitar y difícil de conseguir, para unos la gran deseada y para otros la gran olvidada...y silenciada.

Comprobaréis, Majestades, que antes de requerir vuestra intercesión, se lo he contado a mis amigos  y, en vez de alentarme,  me han obsequiado con una buena dosis de pesimismo, tratándome de ingenuo compulsivo. Me han asegurado que mi deseo jamás me será concedido por ser contradictorio con todo aquello que representan Los Reyes de Oriente. A pesar de eso, sigo creyendo  que lo recibiré, porque podemos convertir en realidad  todo aquello que podemos imaginar.

Mis amigos están convencidos de que no siempre sucede así, y que los Reyes, por muy Magos que sean y provengan de Oriente y reinen en Occidente no son el mejor ejemplo para el fin que yo persigo..., que serán todo lo buenos que queramos, pero dejarían de ser lo que son si me concedieran lo que les solicito…

Admiten que no me falta razón, que es bueno y necesario y urgente lo que pido. Pero que los Reyes... no lo tienen y para dármelo se lo tienen que quitar a quienes lo disfrutan, y esos  nunca querrán desprenderse de su tesoro. Me insinúan, también,  que no ven a los Reyes Magos en el papel de Prometeo robando el fuego a los dioses para dárselo a los mortales…

¿Será todo tan difícil y complicado como dicen mis amigos? ¡Pero si yo sólo pido a los Reyes Magos que influyan en los aparatos de los partidos políticos para que permitan la democracia interna que ni les interresa ni practican!
 Respetuosamente, gracias por escucharme.