21 de enero de 2021

EL CAOS DE LA CONFUSIÓN Y LA INOPERANCIA.

Nadie duda de que es muy difícil solucionar con eficacia el tema de la pandemia  que nos ha tocado sufrir y que no se pueden pedir imposibles. Pero sí podemos comparar el comportamiento que los actuales gobernantes tuvieron estando en la oposición en el “Caso del ébola”  con el que hoy presentan y con el que ahora piden a los que no gobiernan. No es aventurado afirmar que los países con una sola dirección para la catástrofe lo han resuelto con mayor eficacia que aquellos que actúan con las competencias descentralizadas, como es caso de España y sus  diecisiete autonomías. Dice José-Tomás  Varela en su carta de hoy que para  superar las dificultades  que nos asedian, se exige diálogo, compromiso y responsabilidad. El tiempo dirá si se consigue.

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EL CAOS DE LA CONFUSIÓN Y LA INOPERANCIA.

(De mi puño y tekla)

La ausencia de determinación  de ciertos dirigentes nos impide prosperar,  y, a este paso, con el actual ministro de Sanidad, Rafael Illa, sin la menor duda, alcanzaremos la tercera ola del Covid-19,   rodeados de inútiles profesionalmente considerados.  Dados los hechos, parece que hasta la fecha, la única misión que han tenido  tanto el citado Illa como su colega Simón, ha consistido en amargar la existencia a los ciudadanos.

El  actual Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con su frase "hemos derrotado al virus", ha demostrado un estimable nivel de incompetencia  para controlar la pandemia y dominar la curva del número de contagios si nos atenemos a los resultados. Y la ministra Carmen Calvo ha destrozado el discurso de la izquierda sobre la sanidad pública al ir a curarse del coronavirus a la clínica privada Ruber Internacional. Por lo que se ve, la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace se reserva para otros.

Seamos sensatos. Inevitablemente España afrontará la tercera ola en nefastas condiciones con un Gobierno especializado en eludir los problemas y con unas comunidades que no disponen de los instrumentos necesarios para combatir esta peste y proteger a sus ciudadanos.

Illa descartó sin argumentos convincentes, dada la evolución de la pandemia, el acudir a un confinamiento domiciliario a pesar de que algunos gobiernos regionales se lo están demandando. La ausencia de determinación política y el sectarismo alarmante enrarecen la situación y se está abocando al país a unas graves consecuencias sanitarias.

Resulta disparatado que Illa, ministro del Gobierno de España  y candidato socialista  a la Generalidad de Cataluña, bloquee la decisión de adelantar el toque de queda a las 20 horas, lo que origina un total desgobierno que no conduce a nada. Con semejante desbarajuste con tantas normativas como Comunidades Autónomas hay solo se consigue un estado de permanente incertidumbre  y desasosiego en los españoles. A todo lo anterior debe sumarse que la falta de planificación  adecuada para la recepción y suministro  de las vacunas  a las CCAA ha ocasionado notables diferencias en su administración.

Si lo pretendido pasa por lograr un pretendido orden, tanto Sánchez como Illa deben tratar de alcanzar múltiples acuerdos con otras Administraciones y asumir responsabilidades.

José- Tomas Cruz Varela

 Ex Director de RR.HH.  Málaga.

(Con el ruego de su publicación en la sección de Cartas al Director).

 

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