9 de febrero de 2015

Los pobres de Pedro Sánchez y los ricos de Rajoy (I de II)

En un mitin en diciembre de 2005, Zapatero, entre otras proféticas aportaciones, criticó que los dirigentes del PP fueran de “de patriotas por la vida" cuando sólo eran "patriotas de hojalata". Añadió además, que “ser patriota significa defender los intereses de España y ponerlos por encima de cualquier interés partidista” y que "El patriotismo es convocar al entendimiento entre pueblos e identidades, entre lenguas y culturas, respetar a todos y pensar y practicar que todos de igual manera defendemos y luchamos por España…”

Al día siguiente, Mariano Rajoy le contestó: “Un bobo solemne es siempre más peligroso para España que un patriota de hojalata”. Aseguró  también que  "el Gobierno estaba poniendo en riesgo los valores de unidad, de soberanía, de igualdad entre españoles, de libertad y de solidaridad, valores sobre los que se sustenta nuestra Constitución" y destacó que el Estatuto de Cataluña era “una reforma radical del texto constitucional”.
 José Blanco tildó la actitud  de Rajoy de “canallesca e indigna, de falta de lealtad y de profunda irresponsabilidad política", lamentando sus "insultos" al presidente del Gobierno…
¿Ha confirmado o desmentido el tiempo si los protagonistas eran o son lo que se llamaban? Si tan sonoros y explícitos adjetivos fueran verdad, serían meros calificativos y no insultos ya que sólo atribuyen cualidades a las personas.
Conviene recordar en este momento  algunas entradas de este blog sobre la estupidez humana  para  mejor comprensión de los párrafos siguientes.  Decía Carlo M. Cipolla en la Tercera Ley Fundamental (o Ley de Oro) en su ensayo  “Allegro ma non troppo”   que   "Una persona estúpida es aquella que causa un daño a otra persona o grupo de personas  sin obtener, al mismo tiempo,  un provecho para sí. O incluso obteniendo un perjuicio". Los estúpidos  son peligrosos y a los inteligentes les resulta difícil comprender su  conducta. ¿Existe alguna razón por la que un estúpido se perjudique a sí mismo y al prójimo? Ninguna conocida.

La capacidad de hacer daño que tiene una persona estúpida, impredecible en su forma de actuar,  depende, según el profesor Cipolla,  de dos factores principales: el genético  y el de la posición de poder o de autoridad que ocupa en la sociedad. Cuanto más arriba esté situado el estúpido, mayor será el daño causado.

¿Y cómo alcanzan los estúpidos  posiciones de poder y autoridad? El profesor también lo explica: "el lugar de las clases y las castas de la era industrial lo ocupan hoy los partidos políticos, la burocracia y la democracia. Las elecciones generales son un instrumento de gran eficacia para asegurar el mantenimiento estable de la fracción “E” (de estúpidos) entre los poderosos. Una fracción de votantes son estúpidos y las elecciones les brindan una magnífica ocasión de perjudicar a todos los demás, sin obtener ningún beneficio a cambio."

Vayamos ahora al párrafo de Pedro Sánchez  en su artículo “Están invitados a exigirnos”.

“Mientras tanto, el PP deshace con una mano lo que pretende construir con otra. Bajo su mandato hemos llegado a niveles de desigualdad económica lacerantes, a través de políticas que favorecen sólo al 1% más rico de la sociedad mientras empobrecen a la inmensa mayoría -basta ver el presupuesto que han enviado a las Cortes-. Una desigualdad que genera niveles de desconfianza enormes y, con ello, destruye los fundamentos de la convivencia y del desarrollo económico y social. Una sociedad fundada en la desigualdad es una sociedad donde -como numerosos estudios demuestran- los niveles de salud disminuyen y la calidad de vida se deteriora, donde la pérdida de cohesión social favorece la corrupción y el fraude, y donde la cultura de la legalidad sufre pérdidas enormes. En suma, la desigualdad atenta contra la calidad democrática de forma directa e impactante”.
De todo lo anterior podemos deducir:

A) Si fuera cierto lo que Pedro Sánchez dice, el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los dirigentes del PP serían absolutamente estúpidos,  ya que:
- De un censo de 34.000.000 de ciudadanos, 24.000.000 votaron en las últimas Generales, y  11.000.000 de ésos lo hicieron por el P.P.
- “El 1%  de los que más ganan (sin contar patrimonio) son unos 370.000 españoles, que obtienen una renta media de unos 153.000 €, y acumulan el 9% del total de la renta". De ellos,  unos votarían al PP y otros no.

 - Se necesitaría ser sumamente estúpido para  favorecer a una minoría, ridícula en votos y magra en dineros, despreciar a quienes le llevaron al poder, y fastidiarse a sí mismo.

- Sería del género estúpido beneficiar a los muy ricos (1%), perjudicar a la mayoría, crear desigualdades y permanecer indolente ante la pobreza galopante de muchísimos españoles, añadiendo recortes en los distintos ámbitos sociales... sólo por molestar.
- Para llegar a semejante necedad sería indispensable la colaboración de  otros muchos estúpidos juramentados en beneficiar a unos pocos ricos, a costa de laminar a su partido, perder el poder y renunciar a recuperarlo en el futuro.
Todas las demás afirmaciones del párrafo citado son consecuencia de la primera: se enriquecen aún más unos pocos y se empobrece el resto,  se generan “desigualdades lacerantes, se  deteriora la sociedad y  se atenta contra la calidad democrática”.

A simple vsita da la impresión de que  Pedro Sánchez,  por el contenido de sus expresiones y sus consecuencias, le hubiera llamado "estúpido", implícitamente, al presidente del Gobierno. ¿Se trataría  de un insulto, implícito por supuesto,  o de un calificativo?

B) Pero si Pedro Sánchez  no tiene razón en lo que dice y lo que dice no es cierto, se habrá hecho un  daño enorme a sí mismo, a su credibilidad y a cuantos le apoyan. Perjudicará  también la calidad democrática por no argumentar con verdad lo que dice y eso puede volverse en su contra al restarle consistencia a su discurso.

C) Cabría una tercera opción, bastante descabellada: Que Pedro Sánchez tuviera razón al decir que Rajoy gobierna sólo para un 1% de los españoles y le siguieran votando un 30 o un 40% en las siguientes elecciones. ¿De qué hablaríamos entonces, de estupidez o de masoquismo?

En la próxima entrada veremos si  su escrito responde a la realidad o es fruto de la imaginación o el deseo.

1 comentario:

  1. Este chico es un exagerao y asi no puede llegar bien a ninguna parte vendiendo burras cojas y mercancia averiada. Si piensa que la gente no se entera de las bobadas queu dicen los politicos para ganar votos va dado. No se puede mentir facilmente poque todo queda grabado y se lo pasaran por los morros cada vez que hable. La mentira tiene las patas muy cortas. Este no llega a las generales, seguro

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