13 de diciembre de 2012

Capítulo 2. “Rebelión en la Granja” (II de III): Los cerdos se hacen expertos en represión, aniquilación del contrario y privilegios.

Donde se cuenta que los privilegios de los jefes no son tales, sino puro sacrificio, y que la obediencia ciega es preferible a la inteligencia. Se consideran virtudes necesarias para  todo líder que se precie  la sagacidad, la apariencia y el engaño. Se transmite la idea de  que una fuerte represión y la aniquilación de los opositores constituye la base del mantenimiento del jefe en el poder. Se crea un nuevo lenguaje adulador y se glorifica al líder  en medio del  aplauso del ganado más estúpido.
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El portavoz del nuevo y único jefe, Squealer, difundió por la granja que la asunción del poder por Napoleón le  representaba un gran sacrificio sin placer alguno y mucha responsabilidad. A pesar de su privilegiado puesto de poder absoluto, Napoleón aseguraba creer en la igualdad de todos los animales...
Si en las conversaciones se hablaba de Snowball, el camarada jefe  decía de él que  era un criminal y un traidor, que su valentía en la batalla contra el Sr. Jones  y su inteligencia no eran suficientes,  ya  que prefería “la lealtad,  la obediencia y una férrea disciplina”. Aquellos que le oían terminaban diciendo: “Napoleón siempre tiene razón”. Desde entonces, el nuevo líder, acompañado de su portavoz y rodeado de sus perros de presa, se prodigó en dictar  órdenes incontestables a todos los animales. Squealer explicaba incansable la táctica seguida por Napoleón: “aparentar oponerse a Snowball para desenmascarar al traidor y deshacerse luego de él”. Era, como puede verse, una muestra más de la sagacidad innata del jefe apoyada en los gruñidos y ladridos de  sus feroces y fieles perros guardianes.

Los habitantes de “Granja Animal” trabajaban como bestias, sin descanso ni recompensa, tanto en las faenas de labranza como en la construcción del “Molino de Viento”. Mientras tanto, los cerdos abandonaban sus pocilgas y se trasladaban a vivir a la casa del antiguo dueño, el Sr. Jones, pues eran el cerebro de la granja y necesitaban mejores condiciones de vida. Antes de que algún otro animal presentara la más mínima crítica, Squealer se adelantó  argumentado y demostrando que dormir en camas no era nada malo, porque el “4º Mandamiento” lo que prohibía era “dormir en camas  con sábanas”…

La inmensa obra de la construcción del “Molino” finalizó por fin, y cuando todos se las daban muy felices y esperaban descanso  a su fatiga,  y una energía alternativa que disminuyera sus esfuerzos…, una fuerte tormenta lo destruyó. Como era de esperar, había que buscar un culpable, y se  responsabilizó a Snowball de semejante fechoría. Se le acusó de traidor, de falta de solidaridad con los animales, de resentido por su expulsión de la granja,  y fue sentenciado a muerte.

Napoleón animó a los animales a reconstruir el “Molino”, arengándoles con vehemencia a que no se dejaran intimidar por los subversivos que decían ser buenos miembros de la comunidad, pero que en su fuero interno la detestaban; seguían creyendo al líder, como era de suponer, y le agradecían sus desvelos, trabajando y trabajando sin desmayo otra vez más en la obra del “Molino” y en la labranza…Las cosechas vinieron muy mal, y Napoleón, siempre tan sagaz y tan listo, ordenó que los graneros se llenaran de arena, y solo por encima se cubrieran con grano de verdad. De esta forma se ocultaba la realidad y se evitaban críticas y descontentos  que desgastaran inútilmente  su autoridad. Incluso salió fortalecido del desastre: contrató a un adulador exterior para que visitara la granja,  viera los graneros llenos de fruto y  propagara dentro y fuera la situación de envidiable abundancia de la que disfrutaban. Todo fueron felicitaciones y agasajos al líder por el éxito conseguido.

Como Napoleón quería transmitir a los animales la sensación de seriedad en su trabajo, de  constancia y perseverancia en el estudio de mejoras para las condiciones de vida, a duras penas salía de la casa. Las puertas siempre estaban custodiadas por sus canes de aspecto feroz. Y si alguna vez aparecía en público, lo hacía de forma ceremoniosa, saludando y sonriendo a sus fieles y  escoltado por sus perros guardianes.

 El líder  tenía sus espías particulares que le "informaban" de las  quejas de los animales, y sabiendo que había estallado un conato de rebelión entre algunos de los cerdos más allegados pertenecientes a su Junta Directiva, mandó  reunir a todos los habitantes de la granja. En ese momento, sintiéndose pletórico de  fuerzas, y para evitar insubordinaciones posteriores, acusó a los cuatro cerdos que se opusieron a su decisión de abolir los debates del domingo y a su modo autoritario de actuar,  de colaboradores de Snowball en la destrucción del “Molino”. Los destituyó  de sus cargos, y sus perros de presa terminaron con ellos, desgarrándoles sus gargantas habladoras y maldicientes. En ese momento comenzó la gran represión del jefe hacia los insurrectos y contestatarios. Para evitar tergiversaciones de su sabia decisión, se cambió ligeramente el “6º Mandamiento” quedando así establecido: “Ningún animal matará a otro animal sin motivo”.

A Napoleón se le empezó a llamar de forma reverencial “Nuestro líder, sabio Napoleón”, “Nuestro camarada Napoleón”, y los animales le daban títulos como “Padre de todos los animales”, “Protector del rebaño de ovejas”, “Salvador indiscutible de la granja”, ”Virtuoso de los perros de presa” y otros calificativos más íntimos.

 Se reconstruyó de nuevo el “Molino”, pero los hombres, envidiosos del progreso de la granja y de Napoleón,  enemigos acérrimos del animalismo,  lo dinamitaron no quedando piedra sobre piedra, y emprendieron una encarnizada batalla contra los trabajadores  de “Granja Animal”, que se defendieron valientemente. Fueron los feroces perros de Napoleón  quienes los salvaron de los humanos.

A partir de entonces,  se notó cierto progreso y relajamiento en las virtudes de los  cerdos, por lo que se modificó sutilmente el “5º Mandamiento” quedando así expresado: “Ningún animal beberá alcohol en exceso. Este mismo progreso trajo una división de clases entre los animales, y se acordó que cuando un cerdo se cruzara con otro animal, éste se retirara con respeto a un lado y le hiciera una o más reverencias, según las diferentes categorías. Así mismo se instauraron las “Demostraciones espontáneas” para celebrar los diversos  triunfos  de la “Granja animal” y siempre que lo ordenase el líder Napoleón, al que se vitorearía con emocionada y franca sinceridad. Sin duda, eran las ovejas los animales más aficionados a estos eventos y los que aplaudían y enaltecían al protector con su aborregado entusiasmo.

12 comentarios:

  1. Por la boca muere el pez, el difunto político del día, en sentido figurado es el singular concejal de Urbanismo, Díez. Este declara en El Correo de Burgos la intención de hacer una auditoria, y que la comisión de investigación que pidió Angel Guerra no se constituyo por el abandono del concejal no aescrito, Alfonso Sanz.

    El actual concejal de urbanismo es nuevo en el cargo, debiera estar mejor informado y no creerse lo que le cuenta la primera que pasa por allí. Apreciado, Sr. Díez, la comisión de investigación no se constituyo por la simple razón, casualidad o no, que Angel Guerra y Raquel González se les olvido presentarse en la comisión, curiosa excusa, no cree Sr. Diez, falta olvido, que no repararon.


    Diez, Ud., el periodo de tiempo de us gestión como concejal de urbanismo es corto, Ud. Dijo que no habría toros con licencia provisional, y lo ha cumplido,

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  2. Si los señores concejales de Aranda no están capacitados para resolver el problema que ellos han creado sobre Plaza de Toros , o que se vayan a su casa o que paguen la auditoria externa que lo resuelva. Ya está bien de pagar a inútiles que nos crean problemas luego no solucionan.

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  3. sorprendente lo que piensa Napoleón sobre la igualda de todos los animales y el tiene los privilegios, vive mejor que ellos sin trabajar, manda sobre ellos sin miedo a que no se rebele nadie y sin quejas. Ese es un buen ejemplo que los políticos viven sin privilegios, no cobran casi nada, viajan en aviones de bajo coste, comen en tascas, no tienen coches oficiales ni choferes, que viven como los demas ciudadanos de una forma pobre. Verguenza es lo que falta.

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  4. Del II capítulo podríamos decir que cualquier parecido con la realidad política de Aranda es mera casualidad, o no, como dirían los gallegos.

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  5. Código de buena conducta política del................(partido político correspondiente):

    Artículo primero: El Jefe nunca se equivoca, siempre tiene razón (como Napoleón).

    Artículo segundo: En caso contrario se aplicará el artículo primero.

    Artículo tercero: El aplauso al Jefe será siempre largo y espontáneo.

    Artículo cuarto: Las verdades nunca se discuten; se acatan.

    Artículo quinto: En caso de dudas, se acude al artículo anterior.

    Artículo sexto: El Jefe, como un diamante, es para siempre.

    Si todos cumplen estos mandatos, el partido durará cien años.

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  6. Primera reflexión : en lo que se refiere al Artículo cuarto, supongo que se referirá a las verdades impuestas por el Jefe.
    Segunda reflexión : las ovejas baladoras ¿ son animales en genérico o es que el Jefe tiene una corte de féminas que le alaban y le vanaglorian como a Dios Todopoderoso ?.

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  7. Propongo el siguiente artículo al Código de buena conducta:

    Artículo séptimo: El Jefe, indicará a sus baladores -militantes-, las personas a las no dirigirán la palabra, y retirarán el saludo, so pena de aislamiento y pérdida del privilegio de militante balador.

    Artículo séptimo bis: El balador, que reuna la condición de perro presa, respete y acate con sumisión los artículos anteriores será recompensado con importantes cargos y dignidades que no sirven para nada.

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  8. 1.- ¿Qué tal "las verdades" (del jefe?

    2.- Orwell, con "las ovejas",el ganado lanar en su conjunto, se refiere a esa parte de la sociedad, ejemplo de la estupidez colectiva y del aborregamiento, con escaso desgaste del cerebro y un seguimiento común del primero de la marcha, que suele ser el jefe.

    Desconozco lo referente a la "corte de féminas", pero en la viña del Señor de todo puede haber, y no seré yo quien lo niegue muy gratuitamente, que cosas más extrañas se han visto y se verán, incluso en esta alegoría de "La Granja".

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  9. Se puede añadir otro articulo?

    7º.- El Jefe designará el puesto de cada uno y todos respetaran el puesto del Jefe

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  10. Eso de las "demostraciones espontaneas está genial. Todos los dictadores las utilizan para su propaganda, desfiles militares, concentraciones, lo que sea para vitorear alJeefe y da lo mismo el futbil que los toros, reuniones, comidas, homenajes, todo es bueno para el aplauso. Me han dicho que algunos van directos al hospital después de una sesión de esas que llevan las manos rojas y la voz ronca, y los ojos que se salen de las orbitas del entusiasmo.

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  11. Es muy curiso lo de los espías particulares.
    En un partido politico arandino,presuntamente, se sabe mucho de ello. Lo más curioso es que existe el doble espionaje, mientras hago de espía de los mios soy a la vez la que paso información de los mios a los "otros".
    A eso, cómo se le llama y a qué clase de animal, de los de la granja,pertenece...

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  12. Pues anda que los nombres que le dan a Napoleón se las trae. Pobres animalitos explotados y contentos

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