30 de enero de 2017

La desigualdad como arma arrojadiza de moda

Que Pedro Sánchez Pérez-Castejón culpara a Mariano Rajoy Brey de la existencia de una “desigualdad lacerante en España” y endosara su “explosivo crecimiento”  a los años de Gobierno del PP formaba parte de su estrategia política,  aliñada con una buena dosis de ignorancia demagógica.  Pero que en el discurso de su frustrada investidura  se presentara como la única alternativa a la “España de la desigualdad y la injusticia”, sólo  demuestraba un interés especial por ocultar su fracaso electoral  y ponerse de ejemplo de algo con lo que los Gobiernos ZP no pueden presumir.

Se habla mucho de “desigualdad” y poco de los complementos  que le dotan de significado, aunque mayormente se la relaciona con la economía de sueldos y rentas. Casualmente, pocas veces aparecen las fuentes de información de los comentaristas de la desigualdad. 

El artículo que Joaquín Estefanía publicó en El País el 17  de julio de 2016 bajo el título “Negacionistas de la desigualdad. El debate se centra en las políticas distributivas necesarias para corregir la gran inequidad”  puede servir de ejemplo de difusión de opiniones personales discutibles sin datos contrastados.

En el citado artículo  se hallan afirmaciones gratuitas y se delatan silencios clamorosos. Desde su mismo inicio, “Un debate ideológico ha llegado: cómo combatir la creciente desigualdad que ha puesto a España en los primeros lugares de la clasificación de inequidad en el continente europeo”,  se invita a la crítica, como veremos.

Más que un “debate ideológico” entre dos posturas contrarias parece el monólogo de una parte y el silencio displicente de la otra. Desde la "izquierda" pregonan que la “desigualdad” es una creación de la “derecha” y que en España se ha incrementado de tal forma que hoy somos campeones europeos en la materia. Se repite la misma cantinela una y otra vez, pero nunca se demuestra, dando por sentado que su “plus de moralidad” vale como argumento de autoridad.

Aunque Estefanía no lo cite, es de suponer que esa “clasificación” esté referida al Coeficiente Gini que mide el grado de desigualdad, resultando extraño que no hable de los comienzos,  de su evolución y  de sus causas.

Pero los hechos no pueden ocultarse  aunque se intente, y se culpe de ello a otros. De acuerdo con Eurostat, esa desigualdad comienza con el Gobierno  socialista de Zapatero, aumenta entre 2007 y 2011 en tres puntos debido al descomunal crecimiento del paro, manteniéndose e incluso reduciéndose según se va creando empleo, como podemos observar:

Importante: Mediante este enlace se pueden cotejar los últimos datos  suministrados el 15-12-2016.   Así se tendrá una larga serie de años con su correspondiente base de datos.

  Gini coefficient of equivalised disposable income (source: SILC).Last update: 12-02-2015


PAÍS 200220032004200520062007200820092010
201120122013



EU. 27 PAIS. ::: 30.630.330.6 30.930.530.430.730.4 30.5
BÉLGICA:28.326.1 28.027.826.3 27.526.426.6 26.326.525.9



BULGARIA 26.024.026.0 25.031.235.3 35.933.433.235.033.635.4



R. CHECA:::26.025.325.324.725.124.925.224.924.6


DINAMARCA:24.823.923.923.725.225.126.926.927.828.127.5



ALEMANIA:::26.126.830.430.229.129.329.028.329.7



ESTONIA35.034.037.434.133.133.430.931.431.331.932.532.9



IRLANDA:30.631.531.931.931.329.928.830.729.829.930.0



GRECIA:34.733.033.234.334.333.433.132.933.534.334.4



ESPAÑA31.031.031.032.231.931.931.932.933.534.034.233.7



FRANCIA27.027.028.227.727.326.629.829.929.830.830.530.1



ITALIA      :      :33.232.832.132.231.031.531.231.931.932.5



LETONIA      :      :      : 36.238.935.437.537.535.935.135.735.2




LITUANIA       ::           :  36.3 35.0 33.8 34.0 35.9 37.0 33.0 32.0 34.6








LUXEMBUR. :27.626.5 26.5 26.5 27.8 27.4 29.2 27.927.228.030.4



HUNGRIA  24.027.0:27.633.325.625.224.724.126.826.928.0



HOLANDA27.027.0:26.926.427.627.627.225.525.8 25.425.1



AUSTRIA :27.425.826.325.326.227.727.528.327.427.627.0


POLONIA :::35.633.332.232.031.431.131.130.930.7



PORTUGAL::37,838.137.736.835.835.433.734.234.534.2



RUMANÍA30.030.031.031.033.037.836.034,933.333.233.234.0



FINLANDIA26.026.025.526.025.926.2226.325.925.425.825.925.4



R. UNIDO35.034.0:34.632.532.633.932.432.933.031.330.2














SUECIA      23.0     :  23.023.4  24.0 23.4 24.0 24.8     24.1
 24.4 24.8 24.9



NORUEGA:26.625.228.229.223.725.124.123.622.922.522.7



SUIZA:::::30.431.130.729.629.728.828.5



BIELORUS.::::::::
26.0::



ALBANIA::::::::::::.....:.      ::        29.0



KAZASTÁN::.::::.29.0.:::



IRAQ:.:.::::::30.0:



PAKISTÁN::::..::.30.0.:



JAPÓN::::.:32.0:::::



AUSTRALIA:34.0::::::::::



CANADÁ::::.::::34.0;:.



CHINA      :     :      :     :       :      :      :       :        :37.0      :      :



FED. RUSA      :     :      :     :      :      :      :40.0        :      :      :      :



E.E.U.U.       :     :      :     :      :      :      :41.0        :      :      :      :






Se equivocan quienes creen que la “desigualdad” es culpable de la “pobreza”. Lo perverso no es la “desigualdad” sino la falta de medios (pobreza) que impide que algunas personas tengan una vida digna.  La desigualdad no es la causa de la pobreza. Supongamos un club de fútbol en el que cada uno de sus jugadores cobra un millón de euros al año (ejemplo de igualdad absoluta), por lo que no son pobres. Si se cambiara la mitad de esos jugadores por otros  que cobraran diez millones anuales, diríamos que la desigualdad se ha multiplicado por diez sin aumentar la pobreza, pero sí la riqueza del club. En el caso contrario de que a todos los que cobraban un millón les bajaran a la mitad, la igualdad perduraba mientras la riqueza disminuía. Iguales, sí, pero la mitad de ricos, o más pobres.

Es cierto que España está por encima de la media europea en la desigualdad por rentas, ya que aumentó mucho la población con salarios bajos, pero está entre los países igualitarios por patrimonio, ya que en nuestro país hay menor proporción de ricos que en otros. No obstante,  la igualdad en salarios de los países no implica que su población  viva mejor que en otros desiguales. Es muy posible que en Corea del Norte haya más igualdad que en EEUU, pero no que se viva mejor.

 Un estudio del BBVA, “El paro impulsa la desigualdad: tres millones de personas abandonan la clase media en España. Así se comportan los indicadores de riegos de pobreza” concluye que el deterioro del mercado laboral es la causa principal de las desigualdades en nuestro país. Y añade un rasgo positivo que debe tenerse en cuenta:  “…a pesar de este deterioro de la desigualdad, las políticas públicas han tenido en España un importante efecto redistributivo, también durante la crisis, y han conseguido reducir casi a la mitad la desigualdad provocada por la diferencia de los ingresos que obtienen los hogares en los mercados de trabajo y capital. Calcula que entre pensiones, prestaciones sociales, salud, educación e impuestos directos se ha conseguido recortar hasta en un 45,7% la desigualdad de ingresos que se genera en los mercados de trabajo y capital en 2013. Eso sí, no han evitado la caída de la renta ni el incremento de la desigualdad”.

El comienzo del segundo párrafo  del artículo de Estefanía es desafortunado:
 “Los negacionistas de la desigualdad en España son los mismos que los del cambio climático. De ellos (sic) se trata solo de saber quién los financia. El debate es otro, aunque apenas haya llegado al mundo de la política porque la derecha ni lo menciona”.

Hemos visto que la “desigualdad” no es única como tampoco lo es “el cambio climático”, ya que han sido varios los habidos en  nuestro planeta desde su origen, y por muy distintas causas. Es indudable que estamos en un proceso de cambio climático, calentamiento-enfriamiento; lo que no está tan claro es qué parte  de su causa corresponde a la actividad humana y a cuál exactamente. En otras épocas también los hubo y el hombre intervino más bien poco o nada. Por otra parte, sobre el mencionado “cambio climático” ha habido demasiados mitos y fraudes, incluso falseamientos de sus informes   y algunas  escandalosas incongruencias entre la teoría que se predica y el compromiso de su práctica. ¿Se puede estar en contra la emisión de CO2 y a favor del uso de un carbón malo, por ejemplo?

Tampoco faltan conductas hipócritas respecto a la desigualdad económica. Se critica con dureza  los grandes sueldos de directivos empresariales mientras se ensalzan los desorbitados fichajes de las estrellas deportivas. Ambas situaciones provocan desigualdad según sus teóricos. Lo que no está tan claro es si también crean riqueza. Es posible que los primeros susciten envidias y los segundos felicidad forofa.



1 comentario:

  1. Vea usted este artículo de ElMundo
    La justa desigualdad
    http://www.elmundo.es/opinion/2017/01/30/588e3d1ee2704e94678b465a.html

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