14 de mayo de 2019

Confusión, poder y ambición


 Hace ya  una semana que se celebraron las Elecciones Generales en España, y aunque unos ganaron más que otros, nadie se siente totalmente contento con sus resultados. Todos esperaban bastante más de lo obtenido. Pero si ha habido un claro perdedor, ese  ha sido el Partido Popular. La verdad es que lo ha conseguido por méritos propios y  se lo ha trabajado  a conciencia durante los últimos años. 

Dice el autor José-Tomas Cruz Varela,  y dice verdad,  que cuando un votante cambia de partido lo hace porque busca algo mejor y desea castigar a quien antes se lo dio y con su hacer o no hacer le defraudó. Vista la situación actual, la pregunta que cualquiera puede plantearse consiste en saber si el PP ha tocado fondo y se recuperará el próximo 26 de mayo o seguirá el ejemplo de la extinta UCD.
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Confusión, poder y ambición

Los populares, lamentablemente, siguen arrastrando su endémica maldición, léase  polifacética corrupción, que en gran medida justifican su último desastre electoral. Sin ir más lejos, el pasado martes día 7, la prensa recogía  cómo la Policía copió la llave de uno de los domicilios de Luis Bárcenas para asaltarlo en busca de documentación comprometedora del Partido, tal como consta en la declaración judicial del comisario García Castaño. No obstante, todo parece indicar que en esta ocasión el gran error obedeció a la nefasta configuración de las listas electorales, guiándose por una torpe estrategia. Lograr 66 diputados no puede ser considerado como un liviano tropezón, sino de catastrófico resultado, con el agravante de que las próximas elecciones europeas, municipales y autonómicas tampoco profetizan resultados muy halagüeños.

   De nada sirve alegar disculpas. Cuando un voto emigra a otra formación, lisa y llanamente es debido a que su dueño ha optado por introducir en el sobre la papeleta de un segundo partido que le ofrece mayores garantías y de paso, para castigar la desafortunada gestión del anterior.

    Son varios lo opinantes que tras el sonado fracaso del PP, se decantaron incluso por la dimisión de Pablo Casado y a poder ser de forma inmediata momentos después de conocerse los resultados. La ética política así lo aconsejaba, si bien tal decisión fue rechazada desde el primer momento. El panorama se presenta oscuro y ya no digamos si el próximo día 26 de mayo los conservadores acusan otro batacazo similar.

   Por ejemplo, un nuevo incremento de votos para VOX supondría otra bofetada para el PP. Por su parte, Ciudadanos intentará también volver a aumentar la cuota de los suyos, tratando por todos los medios de erigirse como primer partido de la Oposición a los socialistas de Pedro Sánchez.

   En efecto,  existen partidos cuyas ideologías chirrían y su conciliación es utópica, lo que no impide que otras alianzas con posiciones más moderadas en diversos aspectos se sientan capaces para la formación de un Ejecutivo, que contando con la indispensable aquiescencia de las urnas y otras circunstancias, nos garanticen y aseguren otro tipo de sociedad más ecuánime en todos los sentidos.

   Si algo debería preocupar seriamente a nuestros políticos de cara a un futuro más próspero, solo será conseguible asumiendo civilizadamente la fragmentación parlamentaria de nuestro complejo país…..¡¡Tiempo al tiempo!!

José-Tomas Cruz Varela

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