29 de enero de 2018

Cuando el debate sobre el adoctrinamiento llegó al Parlamento, los políticos de fina piel se sintieron ofendidos

Lo que parecía un asunto claro no resultó serlo tanto en la sesión celebrada en el Congreso de los Diputados,  y en la que Ciudadanos denunció adoctrinamiento político en centros escolares y no sólo en Cataluña. A excepción del apoyo de UPN y de la abstención del Partido Popular, todos los demás partidos votaron en contra de las  medidas propuestas por el grupo naranja.

Dado que PSOE, PODEMOS y sus confluencias,  PNV y PDeCAT han tenido y tienen responsabilidades educativas  en distintas CCAA parecía ilusorio que admitieran adoctrinamiento en los colegios de su competencia. Las razones aducidas por el PP para su abstención se encuentran en la negativa que C´s dio a una propuesta semejante de los populares en la Comunidad Valenciana.

La crónica realizada por La Vanguardia sobre esa sesión se encuentra en  el artículo “El Congreso rechaza medidas contra el "adoctrinamiento" en escuelas catalanas”, que  recoge los despectivos y agresivos argumentos esgrimidos ese día en el Palacio de las Cortes por los distintos partidos contra las iniciativas de C´s  a las que tildaron de:  
 
- "Planteamientos cortoplacistas y discursos apocalípticos" (PP), "racista" (PNV), "sectarista" (Mixto) e "irresponsable" (PSOE) que solo busca la "división por cuatro miserables votos" (Podemos).

Elena María Bastidas (PP) dijo que su partido "confía en los docentes de este país y en la Alta Inspección", al tiempo que apeló al Pacto de Estado para introducir los cambios y las mejoras necesarias.

María Luz Martínez  (PSOE) se mostró "profundamente ofendida por las sombras de sospecha" que Cantó había lanzado sobre los docentes de este país y, aunque reconoció que ha habido casos de acoso escolar, destacó que se había activado el protocolo de actuación existente.

Cantó (C´s) acusó a PP y PSOE de "haber permitido llegar" a lo que ha denominado un "abuso intelectual de los menores", y todo por su "acomplejada forma de tratar con el nacionalismo", pactando "durante tanto tiempo con Pujol el corrupto y compañía".

María Luz Martínez  (PSOE) lo consideró un argumento "falso, manipulador y tremendamente irresponsable, que hace mucho daño a la educación de este país… que  quiere convertir la Alta Inspección en una policía interna".

Joan Mena (Podemos) exigió la libertad de los "presos políticos" Jordis y subrayó  que la única escuela que ha adoctrinado en España fue la "franquista”.

Aitor Esteban (PNV), censuró que Cantó no fuera capaz de aceptar que "otros piensen de manera distinta" a la suya, tildándole de "racista y sectario" e incluso de "fundamentalista español", mientras le compadecía por vivir con una "actitud más propia de Torquemada".

Toni Cantó le replicó con los tintes racistas del PNV de Sabino Arana. 

Sergi Miquel i Valentí (PDeCAT), le acusó de querer "tirar mierda" a los profesores catalanes y de controlar sus ideas políticas, lo que calificó de "intolerable".

Joan Baldoví (Compromís) culpó a Cantó de haber provocado "Estupor, asco y repugnancia" y parafraseando a Manuel Vicent, le pidió que "No pusiera sus sucias y demagógicas manos sobre la educación, porque se necesitaba tener la mente muy sucia para difamar a varios sistemas educativos", en alusión al catalán, balear y valenciano, y a sus docentes.

Pocos días después de ese debate, el 21-11-17, Ciudadanos presentó  una proposición de ley  para la creación de una Agencia Especial, una nueva Alta Inspección Educativa que vigile el adoctrinamiento en los colegios.  Aunque contaba con el apoyo del PP,  la medida no saldría adelante ya que el PSOE unido a los nacionalistas se opone y se opondrá  a la propuesta de manera tajante.

Albert Rivera  quería que se cumpliera la Constitución  y que esa Alta Inspección Educativa independiente evitara que "el nacionalismo se apodere de las aulas", denunciando que  llega con 37 años tarde ya que tanto PP como PSOE  se han abstenido de desarrollar esa Inspección con Inspectores independientes y profesionales. El líder de C´s prometió que con su propuesta se evitarían libros de texto de explícita manipulación, entre otras cosas.

La portavoz de Educación  del PSOE,  Luz Martínez Seijo, respondió: "Lecciones sobre constitucionalidad ninguna", y le acusó de utilizar la educación "por un puñado de votos" de cara a las elecciones del 21-D, calificando de "disparate" la iniciativa sobre la Alta Inspección. También consideró que la proposición de Ciudadanos va en contra de las competencias del Estado y las CCAA. Manifestó, por fin, la necesidad de confiar más en los profesores, equipos docentes y en la Inspección educativa ya existente.

El PP se mostró favorable a pesar de calificar la  propuesta de oportunista, y pidió que este asunto se trate en el marco de la Subcomisión Educativa, de caras al Pacto por la Educación.

Las críticas, más bien los insultos,  recibidas por parte de los otros grupos quedan recogidas en distintas crónicas periodísticas, de las se  citan tres como botón de muestra:




Desde luego que abundaron las críticas del PSOE y los insultos de nacionalistas y podemitas. Sin embargo, aún no se han molestado en demostrar que no hay adoctrinamiento en las aulas, que era el asunto que se ventilaba.

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