7 de mayo de 2013

La tentación bolchevique (I de II)

El uso inapropiado del lenguaje y la comunicación intencionadamente distorsionada de la realidad se han convertido en elementos fundamentales de la confusión y propagación de mitos y eslóganes a lo largo de la Historia. Con frecuencia se repiten hechos pretéritos (“nihil novum sub sole”) con apreincia de nuevos.
El Partido Socialdemócrata Ruso se escindió en dos partes desiguales en el Congreso de Bruselas en 1903. La fracción minoritaria, dirigida por Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) se puso el nombre de “bolchevique” (del ruso “bolshevik”, que significa "mayoritario"), mientras que el grupo mayor verdadero, como contrapunto del anterior por su etiqueta discordante, pasó a denominarse “menchevique” (del ruso “menshevik”,  que designa lo “minoritario”).

Tras la derrota de su Revolución de 1905, los bolcheviques mantuvieron la estrategia de establecer una dictadura de obreros y campesinos con los “soviets” como organización básica de la sociedad socialista rusa. Los bolcheviques también participaron en la siguiente revuelta fallida de julio de 1917. La diferencia entre bolcheviques y mencheviques radicaba en que mientras los primeros eran partidarios radicales de la conquista violenta del poder, los segundos preferían el reformismo.

En febrero de ese mismo año 1917 había estallado otra revuelta, por la que el Zar Nicolás II se vio obligado a abdicar. La Duma nombró Ministro de la Guerra y Jefe del Gobierno Provisional a Kerenski, quien en agosto de ese mismo año sofocó el Golpe de Estado del general zarista Kornilov.

La revolución de octubre (noviembre para los no rusos) de 1917 fue liderada por Lenin, aunque en San Petersburgo (Petrogrado) fueron los bolcheviques presididos por León Troski quienes contribuyeron decididamente a su triunfo.
El 24 de octubre (6 de noviembre), Kerenski reclamó unas tropas que nunca llegaron o que en parte se unieron a los bolcheviques, y acudió al Preparlamento para solicitar un apoyo incondicional que no obtuvo. Los socialistas moderados aprobaron, en cambio,  una moción de ayuda al Gobierno con la condición de adoptar  ciertas medidas radicales, reclamadas desde meses atrás. Kerenski rechazó la propuesta y pretendió resolverlo en solitario.

Entre la tarde y la noche de ese mismo día y la mañana del 25 de octubre (7 de noviembre), las tropas insurrectas bolcheviques  con Lenin al frente, tomaron  Correos, Telégrafos, el Ferrocarril, el Banco Estatal, los puentes y todos los puntos estratégicos de San Petersburgo. Kerenski salió de la ciudad con la pretensión de reunir un ejército suficiente que aplastara la rebelión ya  victoriosa de los bolcheviques.
Tras adueñarse de los principales edificios gubernamentales, se lanzó el asalto final sobre el Palacio de Invierno durante la noche del 26 de octubre (8 de noviembre), logrando su ocupación tras vencer la escasa resistencia de los cosacos, el Batallón de Mujeres y algunos cadetes.

La propaganda bolchevique, incluida su filmografía, se encargó años después de mostrar al mundo la toma del Palacio de Invierno como una gran conmoción social, con feroces luchas, cuando en realidad los insurgentes consiguieron entrar fácilmente en el edificio, en el que aún permanecían los ministros del  Gobierno Provisional  sin la presencia de Kerenski.

Curiosamente en España se contribuyó también a la creación y mantenimiento del mito de la toma del Palacio de Invierno, y cuatro días después, el diario “El Pueblo Vasco”, bajo el título de “Los sucesos de Rusia. La anarquía ha llegado a extremos inverosímiles”, daba su crónica: «Los marineros del "Aurora" mandaron soldados al Soviet. En sus ataques contra el Palacio de Invierno, al principio dispararon con ametralladores y fusiles; pero las tropas del Gobierno provisional defendieron enérgicamente el palacio». Y reproducía el llamamiento del Soviet de Petrogrado:"El Gobierno provisional está derrocado (?). El comité revolucionario militar se encuentra a la cabeza del proletariado y de la guarnición. La causa por la que lucha el pueblo; es decir la proposición de paz democrática, el control de los obreros sobre la producción y la constitución de un Gobierno del Soviet está asegurada. ¡Viva la revolución de soldados, de obreros, de campesinos!».
(Izda. El crucero Aurora a comienzos del siglo XXI. Un disparo de fogueo de sus cañones de proa señaló el comienzo del asalto final al Palacio de Invierno y causó el abandono de parte de los defensores, atemorizados por la tremenda detonación. Más tarde participó en el bombardeo del palacio, que apenas causó desperfectos en el edificio). Sirva lo anterior de ejemplo de exageración de la propaganda bolchevique. El pretendido bombardeo del crucero "Aurora", anclado en el puerto, no pasó de un disparo de salva según las informaciones más objetivas, y se trató de un terrible bombardeo según otras.

¿Qué ocurrió después de que los bolcheviques se apoderaran de la ciudad de San Petersburgo (Petrogrado)? ¿Cómo se plasmaron realmente los proyectos comunistas de democracia, libertad y participación del pueblo en su propio destino? El siguiente texto nos lo resume  perfectamente:
 (El nuevo Gobierno presidido por Lenin, el Consejo de Comisarios del Pueblo, en una imagen de comienzos de 1918, ya con presencia de los socialrevolucionarios de izquierda)
 “A partir de ese momento, Lenin constituyó un Consejo de Comisarios del Pueblo (bolcheviques todos ellos) que sustituyó al derrocado gobierno, iniciándose así la revolución triunfante soviética y un régimen con ningún parecido con la democracia que conocemos: “El 25 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones para definir a los miembros de una asamblea constituyente para dotar al régimen de una constitución que consagre los principios socialistas. En estas elecciones, los bolcheviques obtuvieron el 24% de los votos y 170 de los 707 escaños. La Asamblea, compuesta en su gran mayoría por opositores al gobierno bolchevique, no reconoció al gobierno como autoridad suprema y se negó a someterse a las decisiones de los sóviets. En la noche de ese día, Lenin invalidó los resultados de la elección y disolvió la asamblea, quedando de esta manera, todo el poder en manos de los bolcheviques. Ya en el gobierno, la facción bolchevique tomó el nombre de Partido Comunista de Rusia (bolchevique) y luego el de Partido Comunista de la Unión Soviética (bolchevique). No fue hasta 1952 en que eliminaron la referencia "bolchevique" del nombre oficial del partido, que pasó a denominarse Partido Comunista de la Unión Soviética”.

Con toda seguridad, el lector habrá encontrado ya cierta semejanza entre los hechos anteriores y las proclamas de la Plataforma “En Pie”, a pesar del cambio de sus lemas.  Desde aquel “Ocupa el Congreso” de 2012 "¡El 25 de septiembre rodeamos el congreso!""¡El 25 de septiembre el pueblo será más soberano!" al  "¡Asedia el Congreso!” del 25 de abril de 2013 sólo ha cambiado el lema permaneciendo intacta la ideología que puede resumirse en este párrafo  del “Documento Base y Hoja de Ruta de la Plataforma “¡En Pie!”
“Este es el momento de apostar por el cambio real, todo aquello por lo que no luchemos ahora, probablemente no tendremos posibilidad de alcanzarlo en mucho tiempo. El 25 de septiembre rodeamos el Congreso… ¡Por la devolución de los poderes al pueblo! ¡Por el fin de las políticas neoliberales! ¡Por la dimisión del gobierno actual! ¡Por la creación de empleo! ¡Por la justicia e igualdad social! ¡Por el respeto a todos los derechos fundamentales y a las libertades individuales! ¡Por unas políticas económicas de igualdad y reparto! ¡Por nuestras futuras generaciones! ¡Por el derecho de rebelión! ¡Abajo el régimen! Somos la inmensa mayoría, somos el pueblo, tenemos razón, y no vamos a dejaros pasar”.

¿Sabrán  estos organizadores de hoy que aquellos bolcheviques de ayer se consideraban  también la "mayoría"  y no lo eran? En el capitulo siguiente analizaremos  por qué pudiendo ser algo más que un escuálida  minoría en las circunstancias actuales, son lo que representan.

3 comentarios:

  1. Si el movimiento del 25- o 25-a llegase al poder por una casualidad muy casual, que clase de democracia nos dejarían, la que tenemos o la que puso Lenin cuando cogio el suyo. Esa es la cuestion aunque han pasado muchos años.

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  2. Miedo me daría eta gente si ganaria unas elecciones y mas miedo si no las gana y quiere mandar

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  3. ¿Era democrático el Partido comunista ruso? Lo mejor del articulo este es eso de que cuando a Lenin no le intereso el Consejo del Pueblo porque no podía dominarlo, lo cerro y a freir monas. Mano dura al disconforme. Que imagen y que ejemplo para todos mas bueno. ¿Habrá alguien que quiera importarlo hoy en día?

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