28 de diciembre de 2013

PP y PSOE sellan hoy la “Grossen Koalition Arandina” (GKA)

 El “Frankfurter Allgemeine Zeitung” decía en septiembre de 2005 que "La gran coalición (CDU-SPD) estaba condenada al fracaso, porque los demócratas cristianos son el motor y los socialdemócratas el freno", y  "Bild" la calificaba como una alianza de “mentirosos y ladrones”. El pacto se asentaba en un documento de 194 páginas, titulado   “Unidos por Alemania, con coraje y humanidad”. Los comienzos de su alianza  no resultó  fácil: había que luchar  contra la crisis  económica y el paro, y realizar a la vez  profundas  reformas. Sin embargo, el resultado  fue bien valorado por  los alemanes, excepto por los partidos que se quedaron fuera.  Los expertos coincidieron en que el país había tenido mucha suerte al haber sido gobernado por “la Gran Coalición, la Grossen Koalition”.

 Cuando en 2011 el socialdemócrata  Frank-Walter Steinmeier perdió las elecciones frente a Angela Merkel,   aceptó la decisión de los votantes y manifestó que "las instituciones políticas se habían fortalecido con la crisis y el exito era de todos los involucrados". Los líderes se respetaron durante la campaña y después de ella, lo que demostraba su talante patriótico y democrático. Estos días, diciembre de 2013, y después de tres meses de negociaciones entre la CDU y  el SPD,  otra “Grossen Koalition” se ha erigido en Berlín, con la experiencia positiva anterior.


En este espejo se han visto el PP y el PSOE arandinos, y han decidido mirar al futuro aunando esfuerzos. El fruto de las negociaciones de los líderes locales y comarcales  de ambos partidos se verá hoy reflejado cuando en el Salón de Plenos del Ilustre Ayuntamiento  de Aranda de Duero se firme el “Pacto por la Gobernabilidad y el Progreso de Aranda”.



Será a las 12,00 horas. Dada la expectación por tan insólito acontecimiento, los coordinadores temen que los asistentes desborden el recinto, que abrirá sus puertas a las 10.00 horas para los medios de comunicación, invitados y público en general.  La organización ha instalado un sistema de megafonía y una pantalla gigante de TV en la Plaza Mayor para que la firma de la “Grossen Koalition Arandina” (“GKA”) pueda ser seguida por los arandinos que llevan años esperando este momento.


Hasta ahora los políticos del PP y PSOE gobernaban y hacían oposición pensando en la alternancia: primero el uno y después el otro. Pero han cambiado de estrategia al recibir el mensaje de los arandinos para que formen una gran coalición,  gobiernen y solucionen los problemas que Aranda tiene,  de los que ellos no son ajenos. Así se acabará el poner  palos en la rueda al que gobierna en cada momento. El mismo día en el que el Prcal anunció la ruptura del pacto suscrito con el PP  en 2011, concejales y alcaldes de PP y PSOE de mandatos anteriores, apoyándose en sus excelentes relaciones personales e institucionales, comenzaron a diseñar el “Gran Pacto”, la “GKA”  que hoy 28-XII-13 firmarán por lo que resta de legislatura.

No ha sido un pacto totalmente espontáneo y libre, sino forzado por la necesidad. Todos han llegado a la conclusión de que la celebración de la Exposición de las Edades del Hombre en 2014 requería los esfuerzos y la dedicación que un solo partido (PP, 8 concejales; PSOE, 7; Prcal, 2; IU, 2; UPyD, 1; CDC,1;) o una coalición de minorías no puede ofrecer. Además, el hasta ahora insoluble problema de la Plaza de Toros cubierta, en el que tanto PP como PSOE han participado, también les ha unido en conseguir una solución satisfactoria alegría para las próximas fiestas patronales,  máxime cuando ahora parece ir por la “vía penal”. Seguro que otras situaciones de responsabilidad compartida, también han influido en la consecución de un programa común que les haga olvidarse de las descalificaciones del contrario, y dejen de buscar su victoria con la destrucción política del otro. Pero lo más relevante de hoy,  es la firma del Gran Pacto, la “GKA”, a la que han llegado no por un ambicioso reparto del poder, sino por convicción ciudadana. 

Desde este blog, quiero felicitar a los protagonistas de esta “GKA” y desearle larga y fructífera vida. Las críticas del ayer se vuelven hoy  felicitaciones.Que dentro de dos años podamos decir convencidos: “Agnosco véteris, vestigia flammae”
 =================
Nota: la Organización ha anunciado la entrega del documento del Gran Pacto al finalizar del acto.

23 de diciembre de 2013

Lo que sobra y falta de la Navidad

Dice el Papa Francisco en una entrevista al diario italiano «La Stampa» que la Navidad es  para él “esperanza y ternura, el encuentro de Dios con su pueblo”. Añade también que la Navidad le aporta “una profunda paz y una sensación de consuelo”,  que con esas sensaciones medita sobre el “sufrimiento de los niños menores y la tragedia del hambre en el mundo"  y la única oración que se le ocurre es preguntar “por qué, Señor, por qué”.


Hablar del sufrimiento de un menor hace algunos años en nuestra sociedad occidental habría sido un tema lejano, ajeno y distante. Ese mensaje se reservaba casi en exclusiva a los países del tercer mundo o en conflicto armado, pero no era el más apropiado para comentar en una sociedad que alardeaba de vivir en un estado permanente de bienestar. Sólo era bien admitido si se establecía como un acto caritativo de recuerdo de los occidentales con el dolor y el sufrimiento de los que no lo eran, y limpiar así un poco las conciencias y darse un ligero baño de humanidad.

 Pero hablar  hoy del dolor ajeno de los menores no nos resulta tan extraño, porque ese sufrimiento se está instalando también en el primer mundo. Aunque no haya guerras, la margura y la consternación crecen cuando el amor  disminuye. Y sabemos que cada día surgen más y más fuertes elementos que hacen infeliz al menor y al adulto, quien sufre por él mismo y por el otro, al no poder hacerle  feliz.

Hablar del hambre en el mundo hace sólo algunos años en nuestra sociedad del consumo compulsivo resultaba una ironía inconveniente. El hambre ajena la conocíamos por las fotos de niños negros extremadamente delgados y desnutridos, cuyos rostros inocentes de ojos grandes parecían el refugio de multitud de moscas molestas. El hambre parecía ser patrimonio de países pobres que no sabían explotar ni repartir sus recursos naturales, y la hambruna se la apropiaban pobres desgraciados que habían tenido la desdicha de nacer en el lugar equivocado donde la sequía reinaba. Y mientras tanto, la sociedad opulenta vivía de espaldas, si bien es cierto que algunos fueron sensibles y sensibilizaron con aquello que mejor sabían hacer, cantar Casi nos llegábamos a creer que el hambre era culpa de quienes la padecían, y que si no ingerían más alimentos era porque no tenían ni hambre…Siempre recordaremos aquella canción que nos acercó al dolor y al hambre, y nos trajo un rayo de esperanza.

Pero hablar de hambre en nuestros días, en nuestra sociedad española  y en demasiadas familias, es poner frente al espejo a una sociedad degradada, empobrecida y venida a menos por una causalidad depredadora y nada casual. Mientras no analicemos en profundidad el porqué de la llegada del hambre a muchos de  nuestros hogares, cuando la creíamos desterrada, estaremos expuestos a que no nos libremos de ella o  nos acompañe indefinidamente. Confiar en los que hasta aquí nos trajeron pudo ser un error, pero apoyar a los nos mantienen  en el mismo sitio no puede ser de recibo.

Cuando vemos por televisión imágenes de ciudadanos en paro o pensionistas con escasos recursos que rebuscan y recogen comida caducada de los contenedores de basura, la indignación nos invade. Mientras unos se han enriquecido con sobresueldos, ERES falsos, tráfico de influencias y enchufismos, remuneraciones desorbitadas en organismos inútiles, financiaciones y subvenciones indebidas y acciones preferentes, cuentas en Suiza con ingentes cantidades de dinero, otros se están alimentado de sobras y deshechos  arrojados a la basura. Hay hambre para los desprotegidos y demasiados lujos para quienes deberían protegerlos. Por desgracia, en España hoy no hay suficientes contenedores para tanta basura...

Cuando hablamos de sufrimiento, dolor, hambre y falta de techo, quizá nos convenga recordar  con el Papa Francisco  el belén real de hace dos mil años, la auténtica Navidad, que nos traerá la paz y el consuelo que necesitamos para eliminar  el sufrimiento y el hambre que nos acompaña.

16 de diciembre de 2013

Boris I de Andorra, el príncipe fugaz

   No por desconocido resulta menos sorprendente este esperpéntico
episodio   de la historia andorrana , y española por la parte 
que nos toca. Estoy seguro de  que  su lectura evocará    
acontecimientos recientes cuyo parecido es pura casualidad, 
como nos dicen las películas americanas basadas en hechos reales.

El barón Borís Mijáilovich Skósyrev Mavrusov  nació en 1896 en Vilna (Lituania), entonces perteneciente al Imperio ruso,  murió hacia 1944 quizás en un campo de internamiento francés,  (otros creen que murió el 27 de febrero de 1989 Boppard,  Alemania Occidental)  y es conocido porque fue proclamado rey de Andorra, allá por los años 30 del siglo pasado. Este aventurero personaje pertenecía a la nobleza rusa y sirvió al zar. Al estallar la Revolución en 1917 se refugió en el Reino Unido y en su armada sirvió durante dos años, así como en sus servicios secretos.



Hacia 1925, Boris  se trasladó a los Países Bajos con un pasaporte de apátrida, y  por sus servicios a la Casa Real holandesa, él decía haber recibido el título de Conde de Orange, que él mismo se concedió.
En  marzo de 1931 se casó con una rica marsellesa acaudalada, María Luísa Parat, divorciada y mayor que él. En el  acta de matrimonio había modificaciones  de la filiación de Boris que más tarde  aparecerían. Pronto la dejó por una joven inglesa,  y con ella se trasladó a  Andorra. Poco tiempo después ya se había introducido en la política andorrana, percatándose de que podría progresar en aquel ambiente prometiendo elevar el nivel de vida de los nativos. Pero las cosas no salieron a la primera tal como él pretendía: “El 17 de mayo de 1934, Borís presentó un documento al Síndico y otros consejeros generales de Andorra donde justificaba sus intenciones, aunque la respuesta recibida fue muy adversa:  que no se inmiscuyera en asuntos políticos de los Valles, que en caso de reincidencia este se reservaba el derecho de elevar quejas a la Autoridad competente para que le apliquen las sanciones que será merecedor el citado recurrente. El 22 de mayo recibió la orden fulminante de expulsión del territorio andorrano, decretada por el administrador de justicia francés y firmada también por su homólogo episcopal”.

(Izda., Vista del casco antiguo de la Seu d'Urgell desde los huertos de la Seu).

Borís se exilió en la Seo de Urgel y desde allí comenzó una intensa campaña de promoción de su futura “monarquía” concediendo entrevistas a medios internacionales (The Times, The Daily Herald…) y recibiendo a algunas personas influyentes.  En una entrevista al periódico  madrileño “Ahora”  decía  que "no tengo ningún derecho histórico para mi pretensión. Lo hago únicamente como caballero para entender que defiendo los derechos de los españoles que residen en Andorra y son vejados por la República vecina".

Por otra parte, Borís contactó con el representante del duque de Guisa Juan de Orleans, pretendiente al trono de Francia, quien no se manifestó  sobre este asunto, aunque sí lo hicieron algunos legitimistas  franceses. Desde ese momento comenzó a proclamarse "lugarteniente del rey de Francia".
Boris concedió visitas, protagonizó recepciones y actos oficiales, incluso una misa por el fallecido un año antes, presidente de la Generalidad, Francesc Macià . También anunció su  asistencia como  "Su Alteza el Príncipe" a una misa que  se celebraría por  el descanso del alma de Ermesenda de Castellbò, condesa de Foix y que las honorables  corporaciones del país estarían representadas en el acto.

Escribió para el Boletín Oficial del renovado Principado concediéndose a sí el tratamiento de "Su Alteza el Príncipe". Solicitó a los tribunales en nombre del duque de Guisa  los bienes y títulos fuera de Francia, como heredero de los Príncipes de Andorra, según él afirmaba.
(Izda. Escudo de Boris I de Andorra)
Se cuidó mucho de transmitir y propagar la idea de que los andorranos estaban siendo administrados por el Presidente francés como “Copríncipe”  sin ser heredero de la corona de Francia.  Se redactó una Carta Constitucional  andorrana que modificaba el anterior sistema político y que contenía libertades, modernización, inversión extranjera y  el reconocimiento de Andorra como paraíso fiscal. Boris imprimió ejemplares de la Constitución y se los mandó a diversas autoridades españolas y francesas. El Obispo de la Seo de  Urgel, copríncipe junto con el Presidente francés, desaprobó las actuaciones y la conducta del pretendiente Boris.
El  7 de julio de 1934, el Síndico General de los Valles de Andorra convocó al Consejo General y presentó a  Borís Skósyrev, Conde de Orange, como el impulsor del progreso y salvador del Principado, y al igual que otros como Mónaco o San Marino, Andorra se convertiría en un paraíso fiscal, con escasos impuestos y llegaría a ser un importante  centro financiero y empresarial.A cambio de  todo este proyecto  que aseguraba la prosperidad y el bienestar del pueblo andorrano, Boris Skósyrev sería recompensado con el nombramiento de Príncipe de Andorra que el Consejo General proclamaría.  Sólo uno de los veinticinco consejeros (el representante de Encamp) se opuso al nombramiento, y Andorra se convirtió en una especie Monarquía, con la base del Principado.

Al día siguiente,  el consejero  de Encamp  contó al Obispo de Urgel tan chusca operación. Ese mismo día Francia se desentendió del tema y  dijo oficialmente que no intervendría en Andorra, aceptando la monarquía de Boris I  si el Consejo General lo aprobaba. Por su parte, el  Consejo de Ministros español  también estudió tan disparatado asunto.
El 10 de julio, el Consejo celebró  una nueva votación que resultó favorable a la institución  monárquica, con similar resultado, por lo que siete días más tarde se publicó en el Boletín del Gobierno Provisional de Andorra la Constitución del Estado Libre de Andorra, que disolvía el Consell General y traía la absoluta libertad política, religiosa y de imprenta. También se concedió una amnistía y se convocaron elecciones para el primer día del mes siguiente. En esas fechas Boris I ya tenía preparada su lista de gobierno y su programa: protección al necesitado, educación universal y deporte.
El Obispo de Urgel desautorizó al nuevo monarca y éste le declaró la guerra, por lo que pidió ayuda a Madrid cortando el tema por lo sano y con suma celeridad: envió a un sargento y dos parejas de la Guardia Civil  que apresaron al fugaz monarca. Sus fieles súbditos ni se inmutaron cuando le vieron esposado marchar hacia Seo de Urgel. Al día siguiente le trasladaron a Barcelona y le aplicaron la Ley de Vagos y Maleantes. El Juez Bellón comprobó que Boris ya había sido expulsado de Mallorca dos años antes, donde convivía con una inglesa millonaria.

Desde Barcelona le llevaron a Madrid el día 23 de julio en un vagón de tercera. Muchos periodistas le esperaban en la estación para entrevistarle y antes de que le llevaran a la Cárcel Modelo, mientras Boris se consideraba un monarca en el exilio. Como el preso no había cometido ningún delito en España  fue expulsado a Portugal. El efímero Príncipe de Andorra viajó por distintos lugares. En 1938 se reunió en Francia con su primera esposa y un año más tarde fue recluido en un campo de internamiento francés junto con antifranquistas y refugiados venidos de países ocupados por el III Reich, sin conocerse  bien los cargos que se le imputaban. Se cree que Boris I murió hacia 1944, aunque otros datan su muerte el 27 de febrero de 1989 Boppard,  Alemania Occidental.

Lo que no sabemos es si  Boris I tuvo descendencia y algún día sus herederos reclames sus derechos sucesorios, adquiridos democráticamente mediante votaciones de los representantes de los Valles de Andorra en el Consell General, que era su Parlamento...  

En esta vida todo puede suceder, desde lo que nunca fue y creen que es,  a lo que realmente es y nunca fue. A partir de aquí , cada lector sacará sus propias conclusiones sobre la resolución de problemas sobrevenidos por  propuetas falaces. "Intelligenti, pauca".
======================
Fuentes: Borís Skósyrev
 LA OTRA BIOGRAFIA. BORIS I, REY DE ANDORRA POR UNA SEMANA. DANIEL UTRILLA
Publications.
Borís Skossyreff: el aventurero ruso que se proclamó Rey de Andorra

9 de diciembre de 2013

Sobre la discutida y discutible democracia interna en el Partido Popular (I de IV)


Cuenta Luis Carandell en su libro “Las anécdotas de la política. De Keops a Clinton” (pág. 101, Ed. Planeta, 1999) un sugerente  pasaje sobre la fidelidad de los individuos  a las ideas políticas y su comportamiento coherente respecto de ellas:
“Ser fiel a sí mismo es una virtud suprema en el hombre y, para un político no hay mayor alabanza que decir de él que es fiel a sus propias ideas. Sin embargo, la política lleva a los que la practican a cambiar esa fidelidad por otra muy diferente. La definió un diplomático inglés que se encontraba en la Corte de Francia en el momento en que Cromwell emprendía las acciones que terminarían con la decapitación de Carlos I de Inglaterra.
 Un dignatario francés le preguntó al diplomático inglés si estaba a favor del rey o del futuro protector.
El diplomático contestó: Yo soy solamente un fiel servidor de los acontecimientos”.

Si importante es saber cómo se ven los políticos a sí mismos en el ejercicio de sus funciones, lo es también saber cómo los percibe el pueblo llano. La crisis que hoy vivimos está influyendo negativamente en el concepto que los votantes tienen de los políticos profesionales y aficionados, pensando que “todos son iguales: corruptos, los mismos perros con distintos collares, despilfarradores del dinero ajeno, aprovechados, inútiles, sumisos a sus jefes, privilegiados que viven y medran en una burbuja de cristal alejados de los ciudadanos,…" y toda una larga letanía más de calificativos sonoros y llamativos. 

Lo cierto es que esa desmesurada apreciación se la han ganado los interesados a pulso  y, a veces,  merecidamente,  debido a su ceguera ante los hechos. Su obsesión por continuar indefinidamente con su peculiar “modus vivendi” y su pretensión de aparecer como imprescindibles e insustituibles los delata y los identifica como parásitos del sistema. Sus acciones de baja calidad democrática  contribuyen al nacimiento de una corriente antipolítica que puede terminar con la asumida y pregonada “estabilidad y alternancia bipartidista”, tan beneficiosa para los  dos grandes partidos y sus acríticos servidores, como perjudicial para los ciudadanos de a pie.

En vez de aprovechar esos partidos políticos  esta situación para regenerarse, reformular sus estructuras y renovar sus ideas,  se han albergado bajo una cúpula impenetrable, protegidos por una aureola de "dontancredismo". Esperan que el temporal amaine, las aguas vuelvan a sus cauces anteriores y los votos  perdidos, a las urnas y a sus siglas; pero todo será en vano mientras no seduzcan de nuevo  a los votantes  con ideales de mejora  y de transparencia democrática. Cuanto más tiempo tarden en conocer las causas del problema y poner enmienda, menos oportunidades tendrán de suavizar las consecuencias.

En estos tiempos de penurias morales y  económicas  aparecen demagogos oportunistas, de uno y otro signo, conscientes de que es más fácil y rentable,  a corto plazo,  destruir los restos que aún permanecen que cimentar sobre ellos. Saben que las ideas antisistema y los halagos llegan mejor a quien está harto de políticos gastados que los razonamientos complejos con carga de esfuerzo y sacrificio. Y además confían en  la colaboración de la naturaleza humana que no faltará:"En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver pero pocos comprenden lo que ven" (N. de Maquivelo).

Los políticos acomodaticios anuncian y pregonan lo que los votantes desean oír aunque carezca de fundamento,  y hacen carrera, corta pero nociva, con su capacidad de mimetismo en cada ambiente,   reivindicativo preferentemente. Lo peor no está en su funambulismo calculado, sino en su comportamiento sin convicciones y sin visión de futuro.

 Los que se dedican  a la política profesional deben tener los sentidos listos para captar las corrientes de pensamiento que traen los nuevos tiempos. Esa capacidad  es conocida como “instinto político”, y solo algunos saben elegir el lugar y el momento oportunos. Si además de eso se acompañan de congruencia en su vida privada, muestran ejemplaridad  y dan contenido a la doctrina que transmiten (hueca, muchas veces), se convertirán en auténticos líderes. Por el contrario, los demagogos populistas, caudillos efímeros  en un momento de confusión, son pronto conocidos. A. Lincoln los identificó hace ya muchos años: “You can fool some time all the people; you can fool some people all the time. But you can not fool all the people all the time”.


En este contexto de líderes y demagogos, de políticos y vividores de la política, de renovadores de ideas y  estructuras y de sus mantenedores a toda costa y contra corriente, algunas personalidades del PP (Esperanza Aguirre, José Ramón Bauzá y A. Vidal Cuadras entre otros…) han lanzado a su partido y  a la sociedad entera  unas propuestas que han sido contestadas, aunque no rebatidas, por compañeros portavoces  oficiales. Lo democrático es que unos argumentos sean refutados con otros de igual o mayor peso, y no rechazados y desprestigiados con palabras más próximas a ciertos intereses  de supervivencia política la que a la verdad.   

(Derecha, E. Aguirre)

Lo relevante de este sutil y parco debate de ideas (ojalá lo fuesen todas) es que la democracia interna del Partido Popular no sea ni tanta ni tan profunda como algunos alardean y que haya  llegado en el momento presente  la necesidad de “remover las aguas demasiado quietas de la vida interna de los partidos”  y la conveniencia de  preparar el futuro: “el partido que  antes dé pasos para democratizar por dentro y acercar a políticos y ciudadanos afrontará con ventaja la próximas elecciones”. (E. Aguirre)

En las próximas entradas analizaremos las sugerencias y propuestas de unos y los rechazos de otros. Creo que el tema no nos dejará ni fríos ni indiferentes.

2 de diciembre de 2013

Urgente necesidad de regeneración política y social en España

Llevamos años viviendo en una  “crisis colectiva” y son muchos los que se afanan por encontrar  una salida. Pero no son tantos los que tratan de averiguar las causas y anticiparse a otras futuras. Nos han dicho hasta la saciedad que esta crisis ha sido esencialmente económica y financiera, gestada hacia 2007  en USA (hipotecas subprime),  extendida posteriormente por Europa y afectando de forma desigual a unos países de otros. ¿Por qué España la ha sufrido con mayor virulencia que Alemania, por ejemplo?

Creen en el Círculo Cívico de Opinión que además de una “crisis económica y política" existe otra incluso más profunda, de índole “ética”,  manifestada por la carencia de espíritu cívico. Deseosos de contribuir al establecimiento de un marco  de convivencia social y de libertad real han formulado una serie de propuestas, contenidas  y publicadas en el artículo “Democracia de calidad: valores cívicos frente a la crisis”, cuya lectura  total se recomienda,  ya que aquí expondremos un resumen en algunos de los asuntos tratados:

Perseguir un bien común. En  un Estado de derecho,  el bien común debe superar los intereses individuales por legítimos que sean.

La equidad como fin,  principio irrenunciable de un Estado de derecho. Voluntad de preservar el  Estado de bienestar que no podrá sostenerse sin acuerdos sensatos y posibles.

Debe cambiar el orden de los valores. “Los años de bonanza económica pasados han propiciado una cultura de la irresponsabilidad y del dinero fácil, que ha traído consigo corrupción, evasión de impuestos y un consumismo voraz… Debe cambiar la jerarquía de valores y las formas de vida. El bienestar se nutre de bienes materiales, culturales y espirituales, como la solidaridad, la cooperación, la pasión por el saber, el autodominio, la austeridad, la previsión o el trabajo bien hecho”.

Decir la verdad. Los políticos han ocultado la verdad y han contribuido a la crisis. De ellos han copiado algunos intelectuales y comunicadores, de uno y otro signo, que han preferido callar a decir la verdad.  Esos incompetentes y ocultadores no han permitido al pueblo saber qué se le venía encima.

Cultura de la ejemplaridad. “Los protagonistas visibles de la vida pública tienen un deber de ejemplaridad, coherente con los valores que dan sentido a las sociedades democráticas. La corrupción, la malversación de bienes públicos, el despilfarro, el desinterés por el sufrimiento de quienes padecen las consecuencias de la crisis, la asignación de sueldos, indemnizaciones y retiros desmesurados producen indignación en ocasiones, pero también modelos que se van copiando con resultados desastrosos”.

Rechazar lo inadmisible. Las leyes deben ser claras  y aplicables, pero los ciudadanos deben rechazar las conductas inaceptables aplicando convenientemente el concepto de “vergüenza social”, arma que suelen utilizar unos grupos para desacreditar a los otros cuando a todos se les puede aplicar el mismo remedio.

Potenciar el esfuerzo. Lo que vale cuesta. Dar a entender que se pueden alcanzar las metas vitales sin trabajo alguno es engañar, condenar a las gentes a ser carne de fracaso y destruir un país. Aprender, por el contrario, que esfuerzo y ocio son dos caras del buen vivir, que ayudan a construir un buen presente y un buen futuro”.

Superar la partidización de la vida pública, “...uno de los  lastres de nuestra política, que impide agregar voluntades para encontrar salidas efectivas y consensuadas a los problemas que nos agobian, evitando la proclamación de los argumentarios de los partidos políticos que destruyen la cohesión social y la amistad cívica…” 

El sentido de la profesionalidad,  en todos sus ámbitos de ejercicio y no solo medida  por la eficiencia y la competencia científica y técnica, valores encomiables a los que hay que añadir ideales de a la sociedad y al interés común.

Promover la educación. “El mejor instrumento de que disponemos para conseguir una sociedad mejor y cambiar el orden de los valores es la educación, entendida como formación de la personalidad y como una tarea de la sociedad en su conjunto”.

Recuperar el prestigio. “Ni las instituciones ni las personas que ostentan los cargos de mayor responsabilidad han sabido ganarse la reputación y el prestigio imprescindibles para merecer confianza y credibilidad por parte de la ciudadanía. Además del déficit notable de ideas para gestionar y resolver la crisis, se echa de menos un liderazgo compartido por el conjunto de grupos políticos, que actúe con valentía y con prudencia, que corrija los despilfarros de otros tiempos, que sepa discernir la gravedad de cada problema y que tenga visión de futuro y no atienda únicamente al corto plazo”.

Construir un marco de valores comunes y fortalecer los recursos morales que surgen de las buenas prácticas porque solo así se generará confianza. “Se deben crear espacios de deliberación que hagan posible construir pueblo, y no masa, que fortalezcan la intersubjetividad y no se disgreguen en la suma de subjetividades. Generar pueblo y sociedad civil tanto en España como en Europa, donde somos y donde queremos estar, es uno de los retos, porque tal vez sea esta una de las claves del fracaso de Europa: no haber intentado reforzar la conciencia de ciudadanía europea, la Europa de los ciudadanos, esa pieza que resulta indispensable para que sean posibles tanto la Europa económica como la política”.

¿Tomarán nota nuestros políticos y alguna vez se molestarán en preguntar al pueblo llano por sus necesidades e inquietudes? Ni están en esas ni se les espera, ya que andan demasiado agobiados en asegurarse el presente económico y el puesto futuro, cubriéndose las vergüenzas deno tan lejanas  extrañas financiaciones.